El cardenal Amigo apela a la herencia de Las Cortes en la "nueva transición"
Traza un paralelismo con los nuevos retos de la Iglesia en el primer acto del 2013
El 2013 -el año del nuevo Bicentenario isleño- aterrizó en la ciudad de la mano del cardenal Carlos Amigo Vallejo. Un ponente de excepción que ya había hablado a La Isla de Las Cortes y de su indispensable relación con la Iglesia y que ayer, dos años después del emblemático Diez, regresó a la localidad para abrir los actos conmemorativos de esta nueva efeméride: el 200 aniversario de la concesión del título de Ciudad de San Fernando que Las Cortes regalaron a la villa tras la promulgación de la Constitución de Cádiz.
En la iglesia conventual del Carmen, escenario central de este segundo Bicentenario, el cardenal Amigo planteó a un multitudinario auditorio un brillante y curioso paralelismo que fue de aquellas Cortes de 1810 a la vigencia del Concilio Vaticano II, a los nuevos tiempos que la Iglesia ha llamado a vivir con la reciente elección del papa Francisco .
El franciscano fue tajante. Aunque advirtió claramente de que es mejor "no recordar tanto lo que hicimos y tener más presente lo que nos queda por hacer", animó también a tomar nota de la "herencia del pasado" y aprender de las lecciones de la historia. "Hay que mirar con serenidad el pasado, no tener ningún miedo del futuro y saber apropiarse de lo mejor que nos han dejado nuestros antepasados", insistió.
La conclusión a la que el cardenal Amigo llegó anoche en la iglesia conventual del Carmen vale para los dos ámbitos, para el civil y el religioso, para la política y para la Iglesia, siguiendo el paralelismo que al ponente le sirvió también para profundizar en la situación actual de la Iglesia y apelar a la "corresponsabilidad" de los laicos en el nuevo tiempo de "revitalización de la fe".
"¿Habría que convocar hoy, a raíz de la crisis y de la situación actual, unas nuevas Cortes Generales de la Isla de León? ¿Habría que convocar un nuevo Concilio Vaticano?", se preguntó. Es la encrucijada de este "tiempo de transiciones" que hoy, como en aquellas Cortes de 1810, vive la sociedad. Y la respuesta, dijo, está en esas lecciones de una historia que se repite. "Los libros cambian pero el texto, lo que dicen, siempre es el mismo. Las ideas son antiguas", apuntó.
Pocas cosas se dejó en el tintero el cardenal Amigo Vallejo en esta primera cita del 2013. Habló de la crisis del euro y de la prima de riesgo, de las cofradías -"en La Isla y en Sevilla, se hable de lo que se hable siempre se termina hablando de cofradías", dijo- y de la huella positiva que dejó en ellas el Concilio Vaticano II. Habló del problema de la pederastia en el seno de la Iglesia e, incluso, de los gestos austeros pero de gran calado del papa Benedicto XVI o de los gestos "sencillos y agradables pero cargados de significación" del papa Francisco. "Eso marca actitudes para un nuevo tiempo", concluyó.
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