Las carencias del alcantarillado reavivan las protestas de los vecinos de Bazán

La entidad vecinal se queja de los problemas históricos que arrastra la barriada y que siguen sin arreglarse y plantea movilizaciones

También reclaman mejoras urbanas y más limpieza

Letrero exterior pintado con el nombre de Bazán en una de las calles de entrada hacia la barriada desde la carretera de La Carraca. / Román Ríos
Amaya Lanceta

22 de marzo 2018 - 09:03

San fernando/A ocho, a diez, a veinte años... Los problemas de la barriada Bazán con el alcantarillado se han enquistado en el tiempo, sin que ningún equipo de gobierno haya intervenido para solventarlo de una vez por todas. Y mientras tanto "el camión viene a atender los atascos unas diez veces al día". "Tiene que ser más rentable hacer la obra que el coste de estas tareas tantos años", ironiza la presidenta de la asociación de vecinos, Inmaculada Baro, que se refiere a la intervención millonaria, según los cálculos municipales, que sería necesaria para instalar de una red de aguas fecales en la barriada, una carencia que tantos problemas da diariamente a los vecinos.

Los representantes vecinales se reunieron recientemente con responsables del Área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento, tanto técnicos como políticos, concretamente el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero, para tratar las demandas que los residentes de esta parte de la ciudad tienen, en este caso con temas de la Concejalía como la limpieza y el alcantarillo. Esas mismas reivindicaciones (además de otras) fueron expuestas unos días más tarde a la alcaldesa, Patricia Cavada; la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez; y el concejal de Mantenimiento Urbano, Antonio Rojas.

También demandan la mejora del acerado y el arreglo de la plaza Almanzora

En cuanto al alcantarillado la entidad se queja de la falta de intervención municipal, "que se demora en el tiempo y no da solución", lo que hace que el estado de conducciones y pozas empeore y por tanto el presupuesto del proyecto aumente de manera considerable. "Nos dijeron que eran unos 3 millones de euros y ya van por 5 millones", se queja Baro. La realidad es que no existen tuberías, como contaba hace unos años la directiva de la asociación, ni las antiguas conducciones de ladrillo por donde corría el agua. "Está roto y dañando los cimientos de las viviendas", advierte la presidenta de los vecinos, que habla de edificios apuntalados por este motivo. "Literalmente los excrementos salen por los portales, afecta a los vecinos", expresa de manera muy gráfica sobre la situación que se produce cuando coincide marea alta y lluvias fuertes, como detalla el vicepresidente, José María Santos Bonet: "Las aguas fecales se quedan bajo las casas y sube con estas condiciones".

La solución es construir una red de alcantarillado adecuada, para dar salida a las aguas negras, y una estación de bombeo, si bien la pretensión de afrontar esta obra por fases para asumir de manera paulatina el coste resulta inviable por cuestiones técnicas, se argumenta desde el Ayuntamiento, lo que ha obstaculizado su avance.

Por el momento, el compromiso del equipo de gobierno es incluir una partida en los próximos presupuestos municipales para costear la redacción del proyecto, lo que permitirá saber con precisión el presupuesto real que conllevaría esta actuación. Desde la asociación de vecinos, de cualquier modo, plantean movilizaciones del barrio. Hablan de protestas y de realizar pancartas reivindicativas. "Estamos hartos", reconoce la responsable de la junta directiva, que recuerda que cada año remiten a la Federación de Vecinos el tema del alcantarillado como una de las inversiones prioritarias para la zona. Hay que recordar, además, que esta obra formaba parte de las propuestas que se votaron en los primeros presupuestos participativos, quedando en sexta posición de las 16 iniciativas que se exponían al voto ciudadano.

En la reunión con Desarrollo Sostenible se pusieron sobre la mesa otras demandas de Bazán. Por ejemplo, en el tema de limpieza demandan más baldeo de las calles, que se centra ahora en la calle principal y la plaza pero deja de lado otras vías. "Han dejado de venir como antes. Ahora vienen poco", constata Baro sobre estas labores que consideran esenciales para el mantenimiento del barrio. Otra preocupación es la existencia de hierbajos en algunos puntos que con la llegada de temperaturas más altas se secan y pueden terminar en incendio con los peligros para los vecinos que eso conlleva. "En algunas sitios nos han dicho que no pueden intervenir porque es zona verde, pero es un peligro", apunta la presidenta. Un lugar donde reclaman la intervención en ese sentido es en la trasera del bloque 2. "Empezaron a arreglarlo, echaron hormigón en la parte bloque 1 pero no continuaron con la parte del siguiente bloque", explica.

Tampoco se ha concluido con una actuación en la calle Navia, lo que ha dejado una especie de escalón que ha provocado la caída de un buen número de ciudadanos. En la calle Eume un paso de peatones se está hundiendo, detallan en un comunicado remitido. Otros son inutilizables porque en cuanto llueve -y no es neceario que sea en exceso como estos días- se encharcan. "Es consecuencia de las obras que hicieron de pluviales con el Plan E", sostiene Inmacualda Baro. A eso se suma tapas de registro o posetas que están por debajo del nivel de la calzada, lo que daña la amortiguación de los vehículos.

En el encuentro con Cavada, se reclamó la apertura del antiguo economato de Bazán como centro cívico, que permita desarrollar cursos de formación para los vecinos, y que sea un punto de formación municipal; la sustitución del acerado de la barriada; el arreglo de los vestuarios, la conexión de las instalaciones eléctrica y de agua de la pista polideportiva, que está cerrada desde hace un año; y el arreglo de la plaza Almanzora y el entorno del busto de Pepe Requeté.

Una zona con problemas de marginación

La barriada Bazán tiene la calificación de Zona con Necesidades de Transformación Social, según se ha informado a la junta directiva de la asociación de vecinos. "La Junta se lo comunicó al centro de salud Cayetano Roldán y ellos nos lo han transmitido porque la trabajadora social y enfermeros van a llevar a cabo una serie de talleres y actividades destinados a los vecinos", explica la presidenta de la entidad, Inmaculada Baro. Según la definición que realiza la Administración regional de esta denominación, se trata de un sitio que sufre pobreza grave y marginación, con problemas apreciables de vivienda, deterioro urbanístico, déficit de equipamientos, con una alta tasa de paro y carencias formativas, con absentismo y fracaso escolar elevados, deficiencias higiénicos sanitarias y que sufre fenómenos de desintegración social.

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