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“Lo lamentable es que en La Isla hay sitios para estudiar pero están cerrados”

Carencias de la sala de estudio | Enrique Ortega da voz al creciente descontento

No piden una nueva sala de estudio de 600.000 euros. Los estudiantes que hacen uso del aulario se conforman con ampliar los horarios de las bibliotecas y con que abran los fines de semana en época de exámenes

Enrique Ortega, a las puertas de la sala de estudio, con uno de los carteles editado por los estudiantes en los que se anuncian movilizaciones. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

05 de febrero 2019 - 10:43

San Fernando/Tiene 28 años y la carrera de veterinaria, que en gran parte se sacó echando horas en la sala de estudio de la calle Alsedo. "Vengo aquí desde que abrió en el año 2010", aclara para dejar sentado que sabe bien de lo que habla y que conoce a fondo los problemas que a diario se encuentran los usuarios de estas instalaciones municipales: jóvenes y también no tan jóvenes estudiantes, matiza Enrique Ortega Fernández.

Porque allí va un poco de todo: universitarios en época de exámenes pero también opositores que llevan su particular régimen de estudio a lo largo de todo el año, que no son precisamente pocos. Todos tienen en común lo mismo: necesitan un espacio donde poder estudiar con tranquilidad y de una rutina horaria cómoda. Pero en San Fernando, lamentan, eso no siempre es posible.

De hecho, las horas de apertura de la sala de estudio cambian cada mes para desesperación de sus usuarios. A veces abre ininterrumpidamente, como ahora en febrero, otras no; a veces cierran en fines de semana o a la hora del almuerzo... Se intenta desde el Ayuntamiento jugar con las horas de los vigilantes de seguridad para ajustarse a la demanda, pero no siempre se acierta y con frecuencia el resultado es el contrario del que se pretende. A la vista está: el descontento es generalizado... Hay además un problema de capacidad que no se ha conseguido solventar.

Enrique Ortega se ha convertido en la voz de ese descontento que repetida e inexorablemente aparece cada mes de febrero, de junio y de agosto... Llegan los exámenes y la única sala de estudio que existe en la ciudad no tarda en exhibir sus carencias: se queda pequeña.

"Hay más de 1.500 firmas que piden soluciones inmediatas desde el pasado verano y no se han atendido", recuerda. De ahí que hoy tengan previsto hacer visible ese descontento en el pleno que esta tarde –a las 17.00 horas– se celebrará en las dependencias del centro de congresos. Llevan días animando a los usuarios de las bibliotecas y de la sala de estudio a respaldar la convocatoria para hacer visible sus demandas. Enrique ha solicitado también por resgistro la intervención en el pleno, aunque –comentaba ayer a este periódico– todavía no ha recibido respuesta del Ayuntamiento. Paralelamente se ha convocado una concentración para el próximo día 16 a las 12.00 horas en las mismas puertas del aulario.

"Es imposible abrir la biblioteca los fines de semana porque no hay horas disponibles para los vigilantes pero el Parque del Mar está 24 horas vigilado"

"No pedimos nada que no esté en manos del Ayuntamiento", advierte. Y concreta: "No soy de Podemos ni de Vox ni de Ciudadanos... que conste". Detrás de este movimiento no hay ningún partido político, aunque prácticamente todas las siglas de la oposición han aprovechado para poner en entredicho la gestión del gobierno municipal. "Detrás de esto solo están los estudiantes, usuarios de la sala de estudio y de las bibliotecas que llevan tiempo reclamando mejoras sin que se les escuche".

Sabe que entre los planes del Ayuntamiento hay proyectada una nueva sala de estudio junto al parque Almirante Laulhé, una de las inversiones que salió elegida en la última campaña de los presupuestos participativos y que viene recogida en los presupuestos de 2018. Tiene su partida consignada y hace poco que se ha suscrito la operación de crédito que permitirá su financiación. Aún así, claro, a este equipamiento le queda todavía un largo camino: primero, la redacción del proyecto; y luego, la licitación y adjudicación de las obras y su posterior ejecución durante varios meses. "Y nosotros lo que estamos planteado son medidas inmediatas: por ejemplo, la apertura de la biblioteca Luis Berenguer durante los fines de semana. Solo eso", insiste.

"Detrás de esto no hay ningún partido, solo los estudiantes que hacen uso de estas instalaciones"

El proyecto de la sala de estudio sigue siendo por ahora eso: un proyecto. Además, el día de mañana el Ayuntamiento se encontrará con el mismo problema que ahora tiene la sala de estudio a la hora de cubrir un horario más amplio. "Nos dicen que no hay dinero, que es imposible", lamenta.

Porque la cuestión es que San Fernando –insiste– "cuenta con espacios suficientes pero están cerrados, eso es lo lamentable”. Las dos bibliotecas, la Casa de la Juventud... Chiclana Chiclana–explica Enrique Ortega– cuenta con una sala de estudio que abre de lunes a domingo, de 9.00 a 00.00 horas. Así que muchos optan por irse a la localidad vecina.

Hoy harán visibles sus demandas en el pleno y el día 16 habrá una concentración

"El Parque de la Historia y el Mar, que está vacío y sin uso, tiene tres turnos de vigilancia durante 24 horas. Sin embargo, no se puede ampliar las horas del vigilante de seguridad para por ejemplo abrir la biblioteca Luis Berenguer los fines de semana", lamenta.

Y eso es, en definitiva, lo que proponen. No una nueva sala de estudio cuyo coste supera el medio millón de euros sino, simplemente, que en las fechas de mayor demanda se amplíen los horarios y se abran las bibliotecas –que en verano hasta cierran por las tardes– durante los fines de semana para compensar la poca capacidad de la sala de estudio.

“La sala de estudio no ha ampliado su capacidad”

Fue una de las propuestas que trasladó al equipo de gobierno cuando hizo entrega del millar y medio de firmas que recogió para pedir mejoras: ampliar la sala de estudio aprovechando una dependencia que no estaba en uso. La obra se hizo e, incluso, desde el Ayuntamiento se asegura que se ha ampliado la capacidad de las instalaciones en un 20 por ciento. "Pero no es verdad", afirma tajantemente Enrique Ortega. "No se ha ampliado nada porque en ese espacio no se han colocado nuevas meses y sillas. El número de plazas disponibles -105- sigue siendo el mismo de siempre porque en seis meses que hace de la obra no se han llevado más mesas y sillas", lamenta.

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