Aquellos cines de La Isla

Ha sido un regalo de los Reyes Magos, a los que por lo visto les gusta tanto el cine como las cosas de La Isla. La asociación benéfica que preside Antonio Sánchez Aguilera ha puesto el dinero para que el último trabajo de los de El Güichi de Carlos -de Carlos Rodríguez, Juan José Maruri, Antonio Sanz Reyes y sus numerosísimos colaboradores- pueda ver la luz en las vísperas navideñas. Lo ha hecho, claro está, con un fin solidario: la recaudación que se consiga con la venta del libro irá en su mayoría destinada a la campaña Ningún niño sin juguete, aunque también se ayudará en parte a Upace-San Fernando.

El equipo del Güichi está encantado con una iniciativa que les ha permitido colocar en la calle su tercer libro sobre las cosas de La Isla, a las que son auténticos adictos: su historia, anécdotas, leyendas, fotografías... Y esta vez le ha tocado a los cines. A lo largo de 500 páginas -y con más de 300 fotografías e ilustraciones- el trío de este peculiar Güichi repasa toda su historia, desde la aparición del primer cinematógrafo, que llegó a La Isla en 1902 para asentarse junto a la plaza de la Iglesia, hasta la actualidad de la salas multicines del Plaza.

Como no podía ser de otra forma, la presentación del libro El cinematógrafo en La Isla. La historia de los cines en San Fernando se llevó a cabo el pasado jueves en el Centro de Congresos, instalaciones que durante décadas fueron el cine Almirante y por las que pasaron generaciones y generaciones de isleños para disfrutar de los estrenos que llegaban a la gran pantalla. Fue un acto lleno de nostalgia y añoranza en el que se recordaron aquellos cines ya desaparecidos. "Hasta 60 cines ha tenido La Isla a lo largo de su historia", precisa Carlos Rodríguez, alma mater del trío güichero.

El libro es el producto de varios años de investigación, de recopilación de datos e historias que ha llevado al Güichi de Carlos a recabar testimonios de primera mano: taquilleros, operadores... Entre ellos, cobra especial importancia el de Francisco Cumbreras El mudo, que durante décadas trabajó en los cines y que acudió el jueves a la presentación. "Es quizás la persona más representativa cuando se habla de los cines de La Isla", apunta Carlos Rodríguez.

A ellos se les suman más de 174 personas e instituciones que, de una y otra forma, ha prestado su colaboración para que El cinematógrafo en La Isla pueda ver la luz. La obra es, sin duda, un nuevo esfuerzo colectivo de la ciudad por recuperar una parte indispensable de su memoria, la de los cines.