El servicio de comedor del colegio San Ignacio de San Fernando ya está disponible desde hoy en el Quintanilla

Los padres, molestos por que los niños se tenga que trasladar de colegio, consideran prioritario que se resuelva esta situación

El comedor del colegio San Ignacio tendrá que trasladarse al Quintanilla por la declaración de ruina

Declarada definitivamente el estado de ruina del colegio San Ignacio en San Fernando

Acceso al colegio San Ignacio, en una imagen de archivo.
Acceso al edificio principal declarado en ruina del colegio San Ignacio, en una imagen de archivo. / D.C.

Los alumnos del San Ignacio comenzarán a hacer uso del servicio de comedor en el colegio Quintanilla a partir de hoy. Una vez terminado el traslado del mobiliario, y tras unos días en el que se ha cubierto con un catering contratado por la Junta de Andalucía, los pequeños realizarán –con el personal de apoyo necesario– poco después de las dos de la tarde el trayecto que separa ambos centros.

Varias son las cuestiones que tiene pendiente el colegio San Ignacio ante las dificultades que tiene actualmente al no poder disponer del edificio principal, el edificio de Primaria, cuyo estado de ruina cuenta ya con el consiguiente decreto municipal: el problema del comedor, la mencionada declaración de ruina y la necesidad de ampliación del espacio actual –el edificio de Infantil, en el que desde principio de curso se desarrolla toda la actividad docente del colegio, tras el traslado de Primaria– por la falta de un office de cocina. De cualquier manera, consideran prioritario, lo más urgente, resolver el asunto del comedor que no puede instalarse en ese edificio.

El centro fue sometido hace unas semanas a una inspección OCA (Organismo de Control Autorizado) de la instalación eléctrica, que no ha superado, y hace falta, según explican, una adecuación de la instalación eléctrica por parte del Ayuntamiento que no se ha realizado. Al haberse decretado de manera definitiva el estado de ruina del inmueble principal, ya no pueden disponer de estas dependencias para el servicio de comedor, y a su vez no puede abrirse en el edificio secundario (por la falta de office), de ahí que el lunes la Delegación Territorial de Educación decidiera el traslado al colegio Quintanilla. Desde hoy presta servicio de almuerzo al alumnado –de distintas edades–.

Las quejas de los padres también se dirigen a la declaración de ruina del edificio de Primaria. Primero, por haberse ya decretado a pesar de seguir funcionando en parte y sin una alternativa en el propio complejo. Pero, además, porque las alegaciones que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) presentaron cuando se dio cuenta del informe técnico a finales de agosto no se han estimado a pesar de sus argumentaciones técnicas y jurídicas. También presentó las suyas Educación. Hay contradicciones, insisten, entre los informes municipales y de la Agencia Pública Andaluza de Educación. Incluso, el colectivo baraja la opción de recurrir a un contencioso-administrativo por este asunto. Hoy, madres y padres están convocados a una asamblea para mostrarles toda la documentación y las comunicaciones existentes.

El tercer punto en cuestión es la necesidad de ampliación del edificio del San Ignacio actualmente el uso, dado que, aunque permite cubrir todos los cursos, hace falta espacio para laboratorio, aula de futuro, comedor o despachos, entre otros.

Con todo, los padres siguen en luchando por que el colegio San Ignacio siga abierto para el alumnado del barrio. A pesar de que desde hace meses se les ofrece la posibilidad de cambiar de centro, con todas las facilidades, insisten en defender el derecho de libre elección, y la importancia de que estos colegios continúen para mantener los barrios vivos y para evitar que estos se conviertan en meras zonas dormitorio.

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