El complicado reto de vivir en la calle Las Cortes

Los vecinos de esta zona de San Fernando han agotado su paciencia ante una acumulación de bares de copas que es incompatible con su derecho al descanso

Nace la Plataforma por la Calle Las Cortes para reivindicar el derecho al descanso de sus vecinos

Cavada aboga por mediar entre los vecinos y los bares de la calle Las Cortes para llegar a acuerdos

Aspecto que presentaban las terrazas de los establecimientos de la calle de las Cortes durante la noche del pasado viernes. / Antonio Zambonino

San Fernando/Era inevitable que los vecinos de la calle Las Cortes se terminasen levantando en pie de guerra. Ahora alzan su voz. Tras años y años de fines de semana y festivos en los que conciliar el suelo viene siendo misión imposible ante los ruidos y las consecuencias de un ocio nocturno que no deja de hacerse fuerte en esta zona. De hecho, los establecimientos hosteleros y bares de copas que se encuentran entre las calles Las Cortes y Cervantes ya alcanzan la quincena tras la reciente apertura de un nuevo local.

El pasado 17 de octubre la Plataforma Vecinal por la Calle Las Cortes se presentaba en su primera comparecencia pública y reivindicaba, ante los medios de comunicación y a pie de calle, el derecho al descanso de estos vecinos y vecinas. De esta forma, los afectados exigían al Ayuntamiento de San Fernando que actuase de una vez por todas para solucionar los problemas de seguridad ciudadana, vandalismo, malos modos y limpieza que genera la acumulación de bares. Una complicada situación que además se ve agravada por un botellón cuya presencia va ganando enteros.  

Esta nueva plataforma empezó como un grupo de whatsapp en el que los afectados iban compartiendo sus preocupaciones y expresaban la necesidad de llegar a una solución. Si en el momento de su presentación este colectivo ya reunía a una treintena de familias, ahora, diez días después, la plataforma, que sigue creciendo, casi ha duplicado sus miembros y representa ya los intereses de 54 familas de San Fernando. Así lo explica el portavoz de este grupo, Cristóbal del Águila.

Entre las próximas acciones que baraja este colectivo se encuentran formalizar su estatus como asociación vecinal, gestionar que la Junta de Andalucía realice las pertinetes mediciones de decibelios para confirmar la contaminación acúsitica de esta zona y emprender acciones de protesta y presión social.

La calle Cervantes, otra de las zonas conflictivas para los vecinos. / Antonio Zambonino

Habla el Defensor del Pueblo Andaluz

La cuerda se sigue tensando en torno a una problemática que incluso fue reconocida por el Defensor del Pueblo Andaluz en una resolución, que, con fecha 12 de enero de 2018 , daba respuesta a una queja vecinal. “Recordamos al Ayuntamiento de San Fernando su obligación legal de impulsar, con todos los medios a su alcance, y tomar las medidas legales oportunas para proteger los derechos de la ciudadanía que reside en entornos en los que la acumulación de establecimientos de ocio y hosteleros, y la masiva afluencia de público y de los usuarios de éstos, provoca de hecho una saturación acústica que incide gravemente en su calidad de vida”, rezaba la resolución.

En este documento además se recomendaba al Consistorio isleño que estudiase la posibilidad de declarar el entorno como zona acústica saturada y reducir las terrazas y valorase incrementarla presencia policial en esta calle. 

Uno de los afectados sostiene algunas de las denuncias presentadas por comunidades depropietarios y vecinos. / Antonio Zambonino

Hablan los vecinos

Algunos vecinos ponen ejempos concretos de como les afecta esta difícil convivencia. “Las aglomeraciones en torno a bares y botellones me impiden muchas veces entrar en mi propia casa con facilidad y tengo que ir pidiendo permiso hasta llegar al portal. Es más, la pasada semana me rompieron la cerradura de una patada”, se lamenta José Luis Fernández.

Su hija María Victoria, por otro lado, explica que ha tenido que cambiar la disposición de su cuarto al coincidir su habitación con un espacio de música del bar colindante. “He tenido que cambiar la cama de sitio porque el muro estaba pegado al lugar donde tienen un piano en ese establecimiento”, relata.

Por su parte, José María Pérez, vecino con movilidad reducida, aún recuerda como la pasada Nochebuena tardó en torno a un cuarto de hora para recorrer apenas 50 metros. “Además, estas aglomeraciones hacen que en caso de emergencia sea muy complicado acceder en ambulancia a nuestras viviendas. Yo llevo ya 22 denuncias presentadas por las consecuencias del ocio nocturno”, afirma el vecino.

Por otro lado, Manuel Rodway, detalla como la música se deja sentir en su hogar. “El gerente del bar de al lado me dio su teléfono para que, en caso de que me molestasen, le llamase para que él avisase a sus trabajadores. Lo lógico es preocuparse de que eso no pase y no darme su contacto para quejarme”, explica el vecino. 

Por último, el portavoz de la plataforma insiste en la necesidad de una mayor vigilancia y presencia policial en la zona para evitar estos problemas. Y lo hace mostrando una pila de más de 700 páginas que reúne tan solo algunas de las denuncias interpuestas por particulares y comunidades de vecinos.

Los afectados se han erigido en plataforma y ya estudian emprender diversas acciones reivindicativas y de protesta. / Antonio Zambonino

Hablan los hosteleros

Jesús González es gerente de tres de los establecimientos hosteleros situados en la calle Las Cortes (La Flamenquita, El Guichi de la Flamenquita y deja Vu) y subraya la necesidad de analizar detalladamente la situación antes de emprender cualquier acción para facilitar la convivencia de los afectados y el ocio nocturno. “Hay que estudiar, por un lado, las particularidades de cada vivienda o comunidad de vecinos y, por otro, las de cada establecimiento hostelero de este entorno para llegar soluciones que se adapten a las necesidades de cada caso. Porque las molestias de cada vecino no son las mismas y hay hosteleros que nos esforzamos por hacer las cosas bien y ajustarnos a la normativa vigente. En ambos casos no pueden pagar justos por pecadores”, señala el empresario hostelero.

Por su parte, el gerente de Lua Café y Copas, Rafael Caro, coincide con la apreciación de su compañero de gremio y pone el principal foco de esta situación en el botellón que se realiza junto a la zona de bares. “La mayoría de los problemas de vandalismo, peleas y situciones incómodas y desagradables no surgen de nuestros clientes ni de nuestras terrazas. Se originan entre la gente que hace botellón a nuestro lado y que luego bajan ebrios a la zona de bares. Pero muchos vecinos desde el desconocimiento cargan en nuestros hombros esos problemas y nos responsabilizan de situaciones que no son culpa nuestra. Hay que reforzar la vigilancia para evitar estas cosas”, indica Caro.

Fuera del horario de los bares, el hostelero, que recuerda los empleos que también crean estos locales (una docena en su caso), también incide sobre el trasiego que supone para esta zona no contar con un espacio para la carga y descarga desde la reforma de la Plaza del Rey. “Muchos camiones de reparto paran en nuestra zona no sólo para surtirnos a nosotros, sino también a bares y restaurantes de la calle Real”, detalla.

Habla el Ayuntamiento

Al día siguiente de la comparecencia de la plataforma la alcaldesa, Patricia Cavada, aseguraba que la solución pasa por “sentar a las partes para buscar cómo podemos llegar a esos puntos de acuerdo, cada uno haciendo ciertos sacrificios dentro de las posibilidades”.

“Es complejo compatibilizar una normativa autonómica que permite la posibilidad de tener terrazas hasta las dos de la madrugada, terrazas que en calles estechas como ésta tienen las mesas y las sillas muy cerca de la fachada. Y por supuesto entiendo muy bien a los vecinos y entiendo que sí, que es muy difícil para ellos. Los ayuntamientos tenemos la obligación de aplicar la normativa autonómica en los municipios y dejar que esa actividad económica se pueda ejercer libremente pero también tenemos que buscar como hacerlo compatible con el derecho al descanso de los ciudadanos”, afirmaba Cavada.

De momento, se antoja difícil esta reunión a tres bandas, ya que la plataforma ha anunciado que no se sentará con los hosteleros tras insistir que le corresponde al Consistorio buscar una solución, una solución que se enquista mientras los ánimos se siguen caldeando con cada noche que pasa

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