Los cuidadores también necesitan cuidados
La residencia mayores de la Cruz Roja prepara para iniciar este mes de octubre un grupo de trabajo dirigido a los cuidadores de personas mayores dependientes. La intención es que una vez a la semana estas personas se reúnan y compartan su experiencias. Pueden así enfrentarse a sus emociones y tener la ayuda de los profesionales que dirigirán las citas, principalmente las psicólogas del centro asistencial, aunque también expertos externos.
La iniciativa está abierta a la participación de todos los cuidadores de personas mayores dependientes, no sólo quienes tienen a su cargo a usuarios de la unidad de día o de residencia de la entidad. La intención es trabajar con un grupo mínimo de 15 asistentes, que acudirían a las instalaciones una vez a la semana para poner en común sus situaciones, pero también para llevar a cabo las dinámicas que los profesionales les propongan.
Pueden apuntarse, según la información facilitada por Cruz Roja, por correo electrónico a rm.sanfernando@rmcruzrojasanfernando.com o llamando a los teléfonos 956885749 o 956885748.
El primer paso lo habrán dado al asumir su situación y escuchar a los especialistas. "No hay que llegar al límite para pedir ayuda", decían hace unos meses los directores de la residencia de Cruz Roja y de Afa Vitae (alzheimer), Bárbara Basallote (responsable de servicios) y Roberto Suárez. En ese punto es difícil dar consejos, porque explotan. Se han desbordado y no saben que hacer, lo que se denomina el síndrome del cuidador quemado. Basallote lo percibió en la charla que ofrecieron, organizada por la Concejalía de Personas Mayores, sobre Cuidados al cuidador. La convocatoria se convirtió en una terapia. Ya entonces la entidad se planteaba el proyecto para atender a estas personas: para que se identifiquen con otros cuidadores, para que expongan sus emociones, con el que cumplir además, destacó el gerente de la residencia de La Magdalena, Antonio Montero, uno de los objetivos del centro como es el apoyo a los mayores, pero también a los cuidadores. "Es evidente la sobrecarga física y emocional, pero puede tratarse", deja claro la directora.
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