La mujer detenida por homicidio pasa este jueves a disposición judicial

La investigación de la Policía, que sigue abierta, apunta a un móvil económico

Incendio de la vivienda, en el pasado mes de septiembre.
Incendio de la vivienda, en el pasado mes de septiembre. / D.C.
Arturo Rivera Barrera

06 de octubre 2021 - 20:02

San Fernando/La mujer de 40 años que fue detenida ayer en San Fernando como supuesta autora de un delito de homicidio doloso pasará este jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad para prestar declaración ante la titular de la sala.

La detenida, supuestamente, prendió fuego a la vivienda de su tía de 83 años en plena madrugada, mientras la víctima dormía. El aparatoso incendio ocurrió en la barriada isleña de Carlos III (calle El Pardo) el pasado día 20 de septiembre. Tras un angustioso rescate que puso en vilo a los vecinos, Policía y bomberos consiguieron sacar del edificio a la mujer, que sin embargo no logró superar las lesiones causadas por el humo y el fuego y falleció a la madrugada siguiente en el hospital Puerta del Mar.

A la sobrina se le acusa así de un presunto delito de homicidio además de provocar con este fin el incendio de la vivienda, que puso en riesgo también al resto de vecinos del bloque. De hecho, aunque la mayoría consiguió salir por su propio pie, otra mujer mayor –de 84 años– tuvo también que ser rescatada y ayudada a evacuar el edificio dados sus problemas de movilidad.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Policía durante las dos semanas que han pasado entre la detención y el incendio apuntan a que detrás de los presuntos hechos delictivos hay un móvil económico, aunque por el momento –y a la espera de que la detenida pase a disposición de la jueza– no han trascendido más datos al respecto.

La dramática muerte de Paquita –así se conocía a la víctima en este barrio isleño– han sobrecogido al vecindario al que la noticia de la detención de la sobrina pilló por sorpresa el pasado martes. La fallecida, vecina de toda la vida de esta modesta barriada isleña e incluso socia número 1 de la asociación de vecinos, era especialmente respetada y querida en Carlos III.

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