Un espejo para mirar la causa de la Hermana Cristina
Fernando Peinado Sánchez de Lamadrid habla en San Fernando de la canonización de Santa Ángela de la Cruz como inspiración para impulsar el proceso de la religiosa carmelita
El disco que da voz a la Hermana Cristina en San Fernando
"La fuerza de una sonrisa cautivadora"
San Fernando/Eso que unos llaman casualidades y otros achacan a aquello que decía Santa Teresa de Jesús de que Dios escribe derecho con renglones torcidos, trajeron hasta La Isla el pasado viernes a Fernando Peinado Sánchez de Lamadrid, el que fuera hermano mayor de la Amargura de Sevilla, para ofrecer la conferencia que cada año organiza la hermandad de los Afligidos (Estudiantes) en torno a la festividad de Santo Tomás de Aquino.
La charla, que tuvo lugar en el auditorio del centro de congresos, estuvo determinada por esas eventualidades -¿fruto del azar?- que llevaron al conferenciante desde su parroquia hispalense de San Juan de la Palma hasta la cautivadora sonrisa de la Hermana Cristina: la mejor expresión -diría a modo de conclusión al finalizar su conferencia- de ese don de la alegría de los santos, esa jubilosa forma de vivir la vida en la certeza de Dios. Algo, qué casualidad, sobre lo que este abogado sevillano andaba leyendo cuando recibió el encargo de dar esta conferencia que le llevó a descubrir a la religiosa carmelita que La Isla quiere elevar a los altares.
Y casualmente, fue en el popular templo de la calle Feria donde radican las grandes devociones de Fernando Peinado y su familia, donde se bautizó la Hermana Cristina años antes de que su vocación religiosa la trajera hasta San Fernando para vivir la clausura. Allí, a los pies de la imagen de María Santísima de la Amargura y a tan solo unos metros de distancia del convento de las Hermanas de la Cruz donde vivió y donde hoy se venera a Santa Ángela, cuyo proceso de canonización, precisamente, se planteó en esta conferencia como "inspiración" para causa de esta carmelita descalza. Santa Ángela de la Cruz: Inspiración para la causa de la Hermana Cristina era, de hecho, el título con el que se abordó esta conferencia.
Y el conferenciante justo trazó un paralelismo -que era más bien una aspiración- entre el proceso de una y otra religiosa, el de la santa canonizada en 2003 y el de la que está en vías de serlo. Plantó un espejo en el que La Isla podía mirarse al tiempo que llamaba a vivir, experimentar y compartir el legado de la Hermana Cristina de la misma forma que se había hecho en Sevilla con la comunidad de las Hermanas de la Cruz.
Fue, precisamente, el relato de sus vivencias personales, familiares y cofrades -por los que se condujo durante buena parte de la conferencia, entre fotografías y vídeos que no pararon de salir de su portátil- lo que dio fuerza a los argumentos de Fernando Peinado, desde su precoz participación en la beatificación de Santa Ángela siendo apenas un adolescente que estudiaba con los Padres Blancos hasta la canonización, que le tocó ya con la vara de hermano mayor de la Amargura. Y desde la narración de esos momentos irrepetibles que depara el vínculo que Santa Ángela y las Hermanas de la Cruz mantienen con la Amargura hasta la beatificación también de la madre María de la Purísima en 2010, en la que su cofradía estuvo igualmente inmersa.
Aquella crónica, precisamente, fue la que consiguió cautivar al público, porque cuando uno habla con el corazón en la mano y las emociones son tan transparentes es lo que suele pasar más allá de esas casualidades que tanto se señalaron durante el acto.
Antonio Moreno, una de las figuras más conocidas del grupo de devotos de la Hermana Cristina, ejerció de presentador en este acto organizado por la hermandad isleña de los Afligidos en torno a la festividad de Santo Tomás de Aquino, que contó también con la participación de su hermano mayor, Andrés Galán, y del concejal José Luis Cordero, que arropó el acto en representación del Ayuntamiento de San Fernando.
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