Abren las estancias de los Reyes Magos en San Fernando: Magia y humor para un lugar especial
Navidad
El inmueble ya está decorado para la llegada a la ciudad de sus Majestades de Oriente el próximo 5 de enero
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San Fernando/Melchor, Gaspar y Baltasar ya tienen preparadas en San Fernando las estancias en las que se alojarán de cara a su llegada el 5 de enero a la ciudad. El Castillo de San Romualdo se transforma un año más por unos días en un espacio mágico en el que los más pequeños y también los mayores disfrutan de los camellos, los pajes, la máquina de hacer juguetes y otras sorpresas que aguardan en este histórico edificio municipal.
Un par de actores da la bienvenida en los exteriores del Castillo. La idea es llevar la teatralización afuera de las estancias para hacer más amena la espera a quienes hacen cola, familias enteras que se ríen con las ocurrencias de uno de los pajes y del organizador de las cartas que reciben sus Majestades de Oriente cada año. Entre bromas, cada uno reclama su protagonismo. "Yo soy el que empaqueta y sube los regalos a los camellos y los Reyes Magos se llevan todo el mérito. Estoy baldao", señala el paje. "Me he comprado esta lupa para poder leer las cartas. Necesito que tengan buena letra y estén escritas sin faltas de ortografía", demanda el organizador.
Los primeros visitantes acceden al recinto en cuya entrada aguarda tras un gran escritorio una heralda real que pregunta los nombres a los interesados en dejar sus misivas a sus Majestades. "¿Para qué Rey es?", cuestiona antes de indicar en cuál de los tres sacas llenas de cartas tienen que dejarla entonces. "Nosotros la llevamos al colegio, ¿verdad?", recuerda otra madre detrás, por lo que pasan directamente al patio de San Romualdo.
En ese espacio al aire libre descansan los camellos exhaustos tras transportar los regalos de este próximo 6 de Enero. Sus ronquidos resuenan. Una paje anuncia que las cartas ya están en los baúles que se protegen bajo una jaima y que se entregarán a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Al volver al interior de las estancias, una sala muestra el lado científico de estos magos. Una astrónoma revisa sus mapas en las distintas mesas de trabajo, pero no encuentra desesperada lo que busca. Los niños mientras tanto observan los libros, los mapamundis y sobre todo el sistema planetario en el que el sol está iluminado en el centro, que capta su atención de inmediato. En esta habitación no faltan catalejos, probetas y un telescopio.
El recorrido continúa con la paje Rocío que se encarga de la sala mágica de control en la que desde varias pantallas se comprueba el comportamiento de los niños en su día a día. Los menores disfrutan de la noria de cartas que permite seleccionarlas. Es el paso previo para que los Reyes Magos conozcan qué juguetes piden los niños y niñas y se programe la máquina de hacer regalos.
Ese aparato ocupa el siguiente lugar con otra paje pendiente de su funcionamiento. Por un lado aparecen coches, osos, muñecas, o un mini billar sin acabar. Al otro lado de la cinta mecánica después de unos minutos salen ya listos. A unos metros se almacenan ya envueltos y una máquina permite su distribución.
Este año como novedad se apuesta por potenciar otros estímulos. Por una parte, se ha ampliado el efecto de luces donde se sitúa la jaima. Por otra, en el interior del Castillo se busca crear mayor ambiente con los aromas. Los pequeños y mayores pueden oler a caramelo, vainilla o inciensos. Son algunos de los elementos del contrato del que ha sido adjudicataria Tematic Eventos Tematizados SL por 35.029,50 euros.
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