El 24-S, una fiesta inventada
202 aniversario de las cortes La gran fiesta cumple doce años
Los 'padres' que idearon esta conmemoración histórica allá por 2001 recuerdan cómo se gestó, cuando La Isla se dispone a rebasar el umbral del Doce con los actos que se celebrarán en la jornada de mañana
Muchos dudaban, recelaban de la convocatoria. Había escépticos incluso dentro del propio equipo de gobierno que había organizado los actos. Cuando La Isla amaneció a su primer 24 de Septiembre, recién estrenado el otoño de 2001, no sabía en realidad qué se iba a encontrar. El resultado era toda una incógnita. Pero el experimento tuvo éxito. Mas incluso del esperado. La calle se llenó de gente. ¡Había colas para entrar en la Iglesia Mayor o el Carmen, como si fueran monumentos desconocidos! La participación fue insólita, multitudinaria. La fiesta reforzó su vertiente más popular y bares y restaurantes no daban abasto para atender a la clientela.
Había nacido el 24-S. La Isla había creado su propia fiesta. Porque el 24-S, a diferencia de otras fiestas que devienen de una larga tradición religiosa, de una herencia popular o de una costumbre social, fue literalmente inventado, imaginado y creado sobre la mesa de un despacho. Es la gran peculiaridad de una conmemoración que el lunes cumplirá doce años y que ya se encuentra plenamente consolidada.
Una fiesta inventada que, como tal, tiene unos padres muy concretos. Aquellos que en su día apostaron decididamente por rescatar del olvido los acontecimientos históricos de Las Cortes y pusieron la proa hacia la conmemoración del Bicentenario de 2010: el ex alcalde Antonio Moreno, el ex concejal de Cultura, Francisco Romero Barea, y el ex gerente de la ya casi extinta Fundación Municipal de Cultura y actual presidente de la Real Academia de San Romualdo, José Carlos Fernández Moreno. Hubo más gente detrás, claro. Ellos mismos se apresuran a puntualizar esta cuestión: los funcionarios del área, que se implicaron desde el primer momento, el archivero municipal, José Luis López Garrido... "Aquel 24 de septiembre fue todo un experimento", señala José Carlos Fernández. "Se había trabajado mucho, pero en realidad nadie sabía cómo iba a salir. Al final fue todo un éxito. Superó todas las expectativas. Cuando vimos a tantísima gente en la calle no nos lo podíamos creer".
Que una fiesta nacida de la nada arrastrara de un tirón tamaña participación tiene su mérito. Hay varias razones que explican aquel éxito: que se trabajaran las vísperas, que se sensibilizara a los colectivos, que se diera con la receta exacta para que la gente se echara a la calle -de hecho, la programación, a grandes rasgos, apenas ha cambiado en todos estos años y sigue sustentándose en tres pilares: lo institucional, lo cultural y lo popular- o que, incluso, se diera con una fecha idónea y se lograra conectar con la especial manera de ser de los isleños. "Hay una anécdota. Aquel 24-S, al terminar todo, me senté en un bar del centro y le pregunté al camarero cómo había estado el día. ¿Sabe qué es un Domingo de Ramos en La Isla? Pues más, mucho más que eso", recuerda el antiguo gerente de Cultura. "Nos dimos cuenta entonces de que aquello tenía futuro".
El ex alcalde Antonio Moreno también recuerda la incertidumbre con la que se vivió aquel primer 24-S. "El primer año planteamos una procesión cívica, como hicieron el 24 de Septiembre de 1810 los diputados de Las Cortes. Todos teníamos dudas, pero cuando salimos del Ayuntamiento y vimos la plaza del Rey entera llena de gente nos dimos cuenta de que iba a ser un éxito".
Otro de los artífices de la fiesta, el concejal Francisco Romero Barea -padre del actual delegado de Cultura- recuerda cómo se fraguó el 24-S, cómo se creó. "En realidad, llevábamos varios años con el tema. Lo único que se conocía era Cádiz. Se hablaba de Las Cortes de Cádiz y no de las de La Isla de León, que era el lugar en el que se habían convocado aunque luego se trasladaran", explica. "El 24-S nace con un discurso muy claro: colocar a La Isla en el lugar que le corresponde en la Historia".
Tras la exitosa experiencia, el 24-S tomó forma y se consolidó. Al año siguiente se creó el premio Cortes de la Real Isla de León 1810 a los Valores Constitucionales y a la Defensa de las Libertades Democráticas. El primero en recibirlo fue el Rey, Don Juan Carlos I. Fue el espaldarazo definitivo de la fiesta. Además de la participación ciudadana -cuenta Moreno- ha habido dos claves que han contribuido al éxito y empuje del 24-S, la colaboración que siempre ha prestado la Casa Real, presente en varias ocasiones, y la Armada, cuya presencia año tras año -el popular desfile- ha aportado otra de las facetas más atractivas de los actos .
¿Y ahora? "Ahora es el momento de seguir apostando por la fiesta". "No caben medias tintas: o 24-S sí o no", apostillan.
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