El gobierno local justifica la prórroga de la zona azul por la premura de los plazos

La tramitación de un nuevo contrato tendría que haberse afrontado desde principios de 2015

Vehículos estacionados en zona azul, en la calle Arenal, junto al parque Almirante Laulhé, una de las bolsas más cercanas al centro.
Vehículos estacionados en zona azul, en la calle Arenal, junto al parque Almirante Laulhé, una de las bolsas más cercanas al centro.
Arturo Rivera San Fernando

26 de enero 2016 - 01:00

No había tiempo. Al nuevo equipo de gobierno, tras su llegada al Ayuntamiento después de las elecciones municipales, no le alcanzaron los plazos para abordar una reordenación de toda la zona azul de pago en la ciudad. Así que optó por dejar que el servicio, en virtud de las condiciones estipuladas en el contrato, se prorrogara por dos años más, hasta 2018.

Hace unos días lo denunciaba Ciudadanos (C's), que lamentaba que se hubiese desaprovechado la oportunidad, bien para eliminar de un plumazo este servicio en la ciudad o bien para introducir mejoras en un contrato que a lo largo de sus diez años de vigencia se ha visto cuestionado en múltiples ocasiones dado que su utilidad -especialmente a raíz de la peatonalización de la calle Real- quedaba en entredicho.

La alcaldesa, Patricia Cavada, afirmó ayer tajantemente que la reordenación de la zona azul sigue siendo uno de los objetivos a conseguir en el mandato. La prórroga, aclaró, ha sido inevitable dada la premura de los plazos que el nuevo ejecutivo municipal se ha encontrado al llegar al Ayuntamiento aunque ha fijado también un nuevo límite -el de 2018- para abordar este debate en el seno del Consejo Asesor de Tráfico, con todos los informes pertinentes y dando cabida a la participación.

Para plantearse un nuevo contrato el Ayuntamiento tendría que haberse pronunciado al menos tres meses antes de que expirara la vigencia del actual, es decir, del 27 de septiembre. Y ya en ese momento -explicó Cavada- tendría que haberse presentado un anteproyecto de gestión y explotación del servicio que ni siquiera podía acometerse a partir de los recursos municipales. Además, el expediente tendría que haberse sometido a exposición pública durante un mes y, al tratarse de un contrato sujeto a regulación armonizada, tendría que licitarse en el Diario Oficial de la Unión Europea y habilitar 52 días de plazo para la presentación de las propuestas de las empresas que estuvieran interesadas.

Al gobierno municipal, en definitiva, no le salían las cuentas de los plazos. A todas luces resultaba imposible de resolver la cuestión antes de diciembre de 2015. En realidad, el contrato tendría que haberse empezado a trabajar desde muchos meses antes, al menos desde principios de año. Existen además informes del servicio de Tráfico que recomiendan la continuidad de la zona azul de pago dado que favorece la rotación de vehículos en el centro de la ciudad. E incluso -advierten- el equipo de gobierno anterior se había pronunciado favorablemente acerca de la prórroga del servicio.

Lo que no se descarta a corto plazo es revisar el tema de las tarjetas de residentes para dar cabida a un número más amplio de beneficiarios en la localidad, de forma que no solo se incluyan a los que viven en las calles en las que se localizan las plazas de zona azul de pago sino también en su entorno, especialmente si no cuentan con aparcamientos disponibles en esta otra vía (que es algo que pasa mucho en el centro: Sánchez Cerquero, Saturnino Montojo, San Nicolás...). Se trata de una propuesta que el PSOE lleva haciendo desde hace tiempo. Según Cavada, se han mantenido ya algunas conversaciones con la concesionaria en este sentido. Y los servicios jurídicos y de contratación están preparando un informe para ver si este cambio de criterio en la cesión de la tarjeta de residentes tiene encaje en las condiciones actuales o si hay que modificar el decreto que se aprobó en su momento.

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