El grupo pro-restauración de la ermita del Cerro no ceja en su empeño
El covid, que ha dejado a La Isla sin romería, ha obligado a hacer un paréntesis aunque en los últimos meses se han conseguido algunos avances
San Fernando/Se soñaba con un gran estreno en la romería de este año, que se debería celebrar este domingo. Pero al final no ha habido nada. El covid se lo ha llevado todo por delante. No hay ni romería ni puesta de largo de una ermita rehabilitada.
Los actos previstos para la festividad de los copatronos San Servando y San Germán se han suspendido por la crisis sanitaria. Se han limitado únicamente a la misa en la parroquia del Buen Pastor. Y las gestiones que desde hace año y medio se venían llevando a cabo para evitar que se perdiera para siempre este viejo templo, que está cerrado desde hace ya cinco años, se han visto frenado en seco con la aparición del coronavirus. Exactamente igual que ha ocurrido con otras muchas cosas.
Lo que no se han enfriado son los ánimos del grupo pro-restauración que desde mediados de 2019 pretende devolver "a la ermita de todos" su antiguo esplendor. Todo sigue en marcha, aseguran. Puede que el Covid haya obligado a hacer un paréntesis y que haya que esperar al momento más adecuado, pero eso no quiere decir que se hayan dejado a un lado estos planes, ni mucho menos. Es más, hasta se han conseguido algunos importantes avances.
"Ya tenemos el proyecto redactado", explica José Luis Sordo, que es uno de los artífices de este grupo pro-restauración, que aglutina a isleños de distintos ámbitos en esta causa común. En breve esperan reunirse con la alcaldesa para presentarle este proyecto y avanzar en los trámites para emprender la rehabilitación.
También se han realizado gestiones con dos entidades bancarias al objeto de conseguir posibles patrocinios. La restauración de la ermita –cuyo presupuesto ronda los 125.000 euros– parece por el momento contar con buenas perspectivas. Aunque tendrá que esperar al menos hasta la romería del año que viene.
Entre las actividades que el grupo tenía previsto realizar figuraba también una convivencia en el Cerro en torno al mes de septiembre, que evidentemente también se ha tenido que suspender.
La intervención a desarrollar en la ermita de San Servando y San Germán pasa por frenar el preocupante deterioro ocasionado por el paso del tiempo y que ha obligado incluso a mantenerla cerrada a cal y canto durante los últimos años. Pero también hay importantes patologías que solucionar, que se evidencian en la existencia de importantes grietas en los muros, en la bóveda de cubierta y en el suelo y que se han podido constatar en los estudios previos. Existe un claro fallo en la cimentación del muro sur, unido a un movimiento o desplazamiento de tierras, que ha producido la apertura de la grieta del acerado exterior y de la grieta interior de la solería.
Además, seguramente debido a esa deficiente cimentación, se ha producido un ligero desplazamiento del muro que ha provocado algunas fisuras. Por otro lado, existen problemas de humedades y patologías derivadas de la oxidación de los hierros del hormigón armado empleado en la construcción de la ermita, que data de 1945, lo que se achaca a la baja calidad del acero utilizado. Eso es lo que ha provocado gran parte de las fisuras existentes en la bóveda. Las obras proyectadas incluyen también la reparación de la cubierta, afectada también por el paso del tiempo y por el efecto de las lluvias.
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