La historia de Greta, de la calle en San Fernando a reina de la casa

El hecho de que la práctica totalidad de animales perdidos o abandonados encuentren familias de adopción demuestra que el protocolo del Ayuntamiento funciona

17 de los 20 perros abandonados en San Fernando este año han encontrado un nuevo hogar gracias al protocolo del Ayuntamiento

La perrita Greta, junto a las niñas de su familia de adopción, Blanca y Alejandra.
La perrita Greta, junto a las niñas de su familia de adopción, Blanca y Alejandra. / D.C.

San Fernando/Vamos a comenzar por el final, pero sin hacer spoilers: la de Greta es una historia feliz. De esas que, como marca la tradición en los cuentos de hadas, tienen su origen en una realidad triste y descarnada, pero conforme avanzan nos hace abrazar la esperanza y nos recuerda que siempre hay gente buena dispuesta ayudar. ¿Y quién es Greta? Pues es una simpática perrita, una braco de Weimar, que hace ya casi un año fue adoptada por una familia de isleña. Y desde entonces es parte de la misma...

Por otro lado, la de Greta, también es la historia de como San Fernando, que celebrará el día 9 un nuevo San Antón, avanza como ciudad comprometida con el bienestar animal. Es el relato de lo bien que funciona el protocolo del Ayuntamiento en cuanto a la adopción de mascotas se refiere.

Siguiendo este protocolo, cuando un animal es abandonado, se pierde o es llevado a la Jefatura de Policía Local se recopila toda la información posible y se le realiza una fotografía para lanzar una publicación a través de cuentas, perfiles, grupos y canales de Facebook, Instagram, TikTok y WhatsApp. El objetivo es lograr la máxima difusión en el menor tiempo posible. Para ello se realiza un esfuerzo coordinado por parte de la Policía Local, la diseñadora gráfica y el responsable de redes sociales del Ayuntamiento, veterinarios y la propia concejala de Bienestar Animal, María José Foncubierta.

En este proceso se mantiene una comunicación constante y directa con protectoras y personas voluntarias de la zona. Y gracias a este protocolo Greta encontró su hogar. Así lo explica su dueña, Saray Rubio. “A Greta la encontraron en la calle cuando tenía unos cinco meses, sin chip y con claros signos de desnutrición. Fue ver su cara en la foto que subió el Ayuntamiento a redes sociales con una agente de la Policía Local llevándola en brazos (una de las imágenes que acompaña a este reportaje) y sentir un flechazo. Fue amor a primera vista y por eso solicité su adopción”, detalla la adoptante.

Greta, cuando fue recogida de la calle por la Policía Local.
Greta, cuando fue recogida de la calle por la Policía Local. / D.C.

Gracias a esta forma de trabajar se ha conseguido localizar a la mayor parte de los dueños de las mascotas extraviadas y otras veces se han logrado una adopción responsable, como es el caso de Greta. Evidentemente, en este proceso se respeta el plazo de diez días obligatorio por Ley por si el animal fuera reclamado por sus propietarios. Una vez pasado ese tiempo, se cumplimentan los formularios de adopción pertinentes y se inician los protocolos para encontrar la mejor casa de adopción. “Una vez pasado el plazo llegaron los trámites y el paso por el veterinario para las correspondientes vacunas y revisiones. La verdad es que sólo tengo palabras de agradecimiento para las personas que me han hecho fácil este proceso, desde la Policía Local a la protectora Adogtame o la propia concejala”, señala Rubio.

“Aún me acuerdo cuando fui a recoger a mis niñas, Blanca y Alejandra, al colegio con Greta. Ellas no sabían nada y fue una tremenda sorpresa. Cuando la conocieron fue como si llevasen toda la vida juntas. Afortunadamente, es una perra muy sociable y cariñosa. Por experiencia propia puedo decir que los animales adoptados, aquellos que lo han pasado mal o lo han tenido difícil, aportan un plus de cariño extra. Parece que quieran agradecerte con todo su afecto la segunda oportunidad que le das”, recalca la adoptante.

Además, por parte del Ayuntamiento se realiza una labor de seguimiento para comprobar el buen estado de los animales. En la mayoría de los casos se recibe por parte de las familias información, fotos y vídeos en los que se puede comprobar cómo están los animalesen la actualidad.

La de Greta es una familia feliz y numerosa en la que incluso hay sitio para una particular patrulla canina. “Afortunadamente tenemos jardín en casa para que corretee nuestra manada. Además de Greta forman parte de nuestra familia dos border collies y un caniche, de nombres Hada, Yaco y Ariel”, explica Rubio.

Los datos confirman que el protocolo del Ayuntamiento funciona. De hecho, de 20 animales aparecidos en 2024, 17 encontraron adopción.

Desde que llegó a su hogar, hace casi un año, Greta es una más de la manada.
Desde que llegó a su hogar, hace casi un año, Greta es una más de la manada. / D.C.

Sensibilidad animalista

La sensibilidad animalista del Consotorio también se ha hecho evidente con su postura en relación al Centro de Protección Animal Bahía de Cádiz. Ante los reiterados incumplimientos de la concesionaria, San Fernando retiró sus animales de las instalaciones de la Mancomunidad y procedió a su traslado a una residencia que reúne todas las condiciones exigidas por la Ley de Bienestar Animal.

En el contrato suscrito se incluye también la desparasitación interna y externa periódica de los animales, la atención veterinaria para garantizar su bienestar, la legalización de su situación poniéndoles chip a nombre del Ayuntamiento y dotándoles de su pasaporte, así como de la esterilización obligatoria. Igualmente, se ha puesto a todos los animales de San Fernando las vacunas correspondientes y se les ha realizado un test serológico.

El contrato incluye también los tratamientos e ingresos veterinarios en caso de necesidad.

Para facilitar la adopción de aquellos animales que aún no han sido adoptados por su tamaño o por estar catalogados como especialmente peligrosos, el Ayuntamiento se hace cargo de los gastos de esterilización, chip y vacunas.

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