Homenaje a la leyenda en San Fernando: "Yo te canto, Camarón"
La Isla recuerda el 32 aniversario de la muerte del cantaor con un concierto en el que participan Pedro El Granaíno, Antonio Lizana, Kiko Veneno, El Canijo de Jerez, Tomasito y Muchachito Bombo Infierno
La cita llena la plaza del Rey para celebrar un nuevo 2 de julio
Las imágenes del concierto-homenaje a Camarón en San Fernando
Más de 100.000 personas han pasado ya por el Museo Camarón
San Fernando/Ya fuera por bulerías o por seguiriyas, con los versos eternos de Lorca o con la desenfadada letra de la Primavera trompetera, al estilo del flamenco más puro, hondo y desgarrador o dando rienda suelta a los frescos ritmos de fusión.... Con la Nana del Caballo Grande o con La Leyenda del Tiempo. Sintiendo a fondo el toque de la guitarra o perdiéndose con la melodía de un saxo. Porque no hay más reglas para invocar al mito de Camarón que dejarse llevar por los inescrutables caminos del flamenco. Y en esta noche del 2 de julio en la que se recordaban los 32 años de su muerte de lo que se trataba sobre todo era de mirar al cielo y brindar una vez más por José.
Te canto pa que me cantes, que decía la letra de Pata Negra que versionaron en el escenario Kiko Veneno acompañado de Tomasito, El Canijo de Jerez y Muchachito Bombo Infierno cuando pasaba la medianoche y la velada tocaba a su fin. Y ciertamente de eso iba este concierto-homenaje al cantaor isleño más grande de todos los tiempos: de cantar a Camarón para que siga dejando huella, que que siga cantando por los siglos de los siglos.
Desde luego, que el tiempo no hace sino acrecentar a la gran leyenda del flamenco quedó patente en este tributo que llenó hasta la bandera la céntrica plaza del Rey -¿alguien lo dudaba?- y que dividió la noche en dos mitades: una para Pedro El Granaíno y Antonio Lizana; otra para Kiko Veneno y esa insólita banda del G-5 que volvió a reunirse el homenaje a Camarón.
Decía la productora de Javier Fernández 'Chico' -Flamenco La Isla- que así, en este nuevo concierto organizado por el Ayuntamiento de San Fernando en esta señalada fecha, se había intentando captar la esencia de Camarón, si es que eso es posible de algún modo: por un lado, la elegancia y la pureza; y por el otro, la fusión del flamenco con los estilos más modernos que han abierto nuevos caminos en la música. Lo que quedó claro es que en cada tema que se interpretó sobre el escenario de la plaza del Rey se hizo patente una profunda admiración de los participantes al maestro de maestros, "el genio de los genios". Y ese duende camaroniano que se liberó ya con los primeros compases imprimió también una gran dosis de complicidad entre el elenco coral de artistas que hizo que en realidad esa pretendida línea divisoria se desvaneciera rápidamente.
El insólito diálogo del saxo de Antonio Lizana con la voz única de Pedro El Granaíno con el Romance de la luna revivió así esa mágica ecuación de Lorca y Camarón para brindar uno de los grandes momentos de la velada en la plaza del Rey. Antes se había cantado por alegrías al cantaor de La Isla recordando Tu mare rosa y por seguiryas se había rescatado esa isleñísima letra de Campanas al alba que habla del Nazareno de la Iglesia Mayor. Auténtico Camarón, para el público más purista.
Pero Lizana, que animó también al público con su tema Déjate sentir, habló de la "alegría" que suponía "celebrar la vida y la existencia de una estrella que alumbra el camino de todos los que nos consideramos flamencos". Y ese espíritu vitalista fue también otro de los leit motiv de la noche que se hizo especialmente presente en la segunda mitad del concierto, cuando Kiko Veneno con Diego Pozo El Ratón tomaron el relevo guitarra en mano para entonar el himno -no podía faltar en una noche así- de la Leyenda del tiempo.
Nada más empezar con el clásico Te echo de menos, el artista puso a la gente a cantar. Y así siguió hasta que terminó el concierto. En el escenario se reunió esa insólita cuadrilla que en su día formó el grupo G-5 para compartir este homenaje a Camarón con El Canijo de Jerez, Tomasito y Muchachito Bombo Infierno. Así que la medianoche se pasó entre La primavera trompetera de Los Delincüentes y El aire de la calle para seguir luego temas como Camino del hoyo y Ojalá no te hubiera conocido nunca. Uno y otro artista se fueron turnando en el papel de solista, haciendo coros y tocando las palmas sin dejar que la fiesta decayera en ningún momento. Incombustible, la energía de Tomasito destacó por encima de todo antes de que la "banda fantasma" de G5 se reuniera para brindar temas como El vino y el pescao, que con su dosis de surrealismo cantan que hay que ir a la freidurías. Lo importante, en todo caso, era cantar a José, para que siga cantando...
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