¿La hora de los temas de Defensa?

Tras diez años sin entendimiento, el acuerdo de polvorines y el informe favorable al PERI de FSC alumbran una nueva etapa que, sin embargo, llega en el peor momento

Arturo Rivera / San Fernando

17 de junio 2012 - 06:53

Es curioso. Dentro de apenas unas semanas se cumplirán diez años del protocolo de intenciones que el Ministerio de Defensa firmó con el Ayuntamiento de San Fernando como punto de partida para abordar la desafectación de terrenos militares sin uso en la ciudad para su desarrollo urbanístico.

Aquel acuerdo prácticamente coincidió en el tiempo con la redacción del primer PERI que la Gerencia de Urbanismo pensó para los terrenos de la desaparecida Fábrica de San Carlos y que luego tuvo que modificarse varias veces para intentar cumplir con los vagos criterios de seguridad a los que aludía Defensa. El caso es que en una década no se ha conseguido absolutamente nada. Ni se avanzó en el tema de los terrenos de FSC, ni se avanzó en un protocolo de intenciones que -siempre es bueno recordarlo- hablaba entonces de desafectar más de 340.000 metros cuadrados del acuartelamiento de Camposoto, donde ya se pensaba en poner en marcha un establecimiento hotelero: el primero de muchos que nunca llegaron y que hoy parecen todavía más lejanos en el tiempo que hace diez años.

Janer y los polvorines de Fadricas eran los otros suelos a los que se aludía en un acuerdo que el tiempo reveló completamente inútil, habida cuenta del resultado conseguido hasta la fecha:cero metros cuadrados recuperados para la ciudad de San Fernando y su desarrollo.

Y con el tema de los terrenos de la desaparecida Fábrica de San Carlos ha pasado exactamente lo mismo en una década de historia. Nada se ha conseguido en todo este tiempo. Hasta ahora. El informe favorable que se ha arrancado a Defensa ha costado diez años. Y es la primera buena noticia que en este sentido se ha conseguido para la ciudad de San Fernando. Claro que FSC no atañe exactamente a terrenos militares pero sí a suelos cuyo desarrollo, en definitiva, depende directamente de un consenso entre el Ayuntamiento y el Ministerio. Y eso, aunque ha costado sangre, sudor y lágrimas, ha terminado por conseguirse.

FSC, el informe favorable que Defensa ha dado a su desarrollo, es el primer gran logro que, en los temas vinculados a Defensa, ha conseguido La Isla. Loaiza -el equipo de gobierno- han mostrado su satisfacción ante el éxito de la gestión, resuelta en apenas unos meses. Tienen motivos para apuntarse el tanto. Defensa acaba de poner fin también a otra guerra, la de la reserva de suelo de los polvorines de Fadricas. El Ministerio se ha sumado al acuerdo de bases que el Ayuntamiento ha suscrito con el resto de propietarios afectados por el proyecto de delimitación de esta estratégica bolsa de suelo. Evidentemente, la puesta en marcha de estos suelos tardará todavía unos años e, incluso, se verá ralentizada por la precaria situación actual. Pero lo importante -como apunta el alcalde al hablar de estos temas- es que existe un acuerdo, que la base sobre la que se pretende levantar este ambicioso proyecto del que depende el desarrollo de La Isla -así se ha visto la futura actuación- se ha conseguido poner tras años de negociaciones frustradas.

El camino ha sido duro. Muy duro. Y quizá, lo prometedoras que, a pesar de la coyuntura económica, resultan ahora estas actuaciones que se vinculan al futuro de la ciudad serían imposibles de imaginar siquiera si antes no se hubiera pasado por la cuarentena, por estos diez años de calvario, de negociaciones bloqueadas y de una espiral de reuniones y trámites administrativos que no llevaban a ninguna parte.

Loaiza no tiene dudas y responsabiliza directamente al PSOE, al anterior Gobierno central, de la falta de entendimiento con el Ayuntamiento de San Fernando. Recuerda la postura de la anteriora directora de Infraestructura del Ministerio, Mónica Melle, que se negó a hablar del desarrollo de FSC y rechazó la constitución de una mesa conjunta de trabajo entre ambas administraciones mientras que el Ayuntamiento no retirara la reserva de suelo de los polvorines. O la apresurada reserva de suelo que promovió el anterior alcalde, Manuel de Bernardo, apenas unos días antes de que la Junta de Andalucía, a instancias del PSOE local, intentara una actuación similar en estos suelos que hubiese relegado a un segundo plano el papel del Ayuntamiento. Son ejemplos de la situación que se ha vivido en los últimos años. Ahora -insiste el regidor- todo ha cambiado. Y es cierto que los primeros pasos han sido positivos, pero el camino es largo y son muchos los temas de ciudad que todavía dependen de Defensa y en los que habrá que demostrar que,efectivamente, La Isla está ante una nueva coyuntura.

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