Las inundaciones de octubre ponen el foco en los vecinos más vulnerables de San Fernando: el Ayuntamiento quiere un protocolo

San Fernando/Entre las medidas que el Ayuntamiento de San Fernando se plantea poner en marcha tras las inundaciones que La Isla ha sufrido en octubre –mes que se ha saldado con un total de 228,1 litros por metro cuadrado que se han recogido prácticamente en dos días, con los temporales del 12 y del 31– figura una de carácter social que ha llamado especialmente la atención. Se trata de la elaboración de un censo de las personas vulnerables que residen en las zonas más sensibles, aquellas que habitualmente sufren inundaciones en caso de lluvias torrenciales: Bazán, San Marcos, San Onofre, Buen Pastor, La Almadraba... 

La propuesta responde a un perfil muy concreto que se ha identificado: personas de avanzada edad, casi siempre mujeres, que viven solas y que ante incidencias como las ocasionadas por las fuertes lluvias –especialmente, cuando el agua llega a entrar en las casas- tienen problemas para reaccionar adecuadamente y precisan de ayuda externa ya que, en estos casos, se agrava la situación de tensión y angustia. 

La alcaldesa, Patricia Cavada, ha ahondado esta propuesta que se puso sobre la mesa ya en la primera de las reuniones que se ha mantenido tras las inundaciones de octubre al objeto de elaborar un catálogo de actuaciones de todo tipo a corto, medio y largo plazo para mejorar la respuesta de la localidad ante los efectos de las lluvias torrenciales. Así, junto a soluciones técnicas para canalizar el agua de una manera más eficiente y evacuarla de una forma diferenciada a la actual red de alcantarillado, se ha propuesto la elaboración de este censo de personas vulnerables. 

"Afortunadamente, hablamos de barrios donde todo el mundo se conoce y todo el mundo se ayuda. No obstante, veíamos oportuno tener ese censo dentro de todas esas acciones a las que estamos dando forma para estar muy preparados y tener protocolos para poder llegar y solventar incidencias en caso de que haya consecuencias por lluvias o por otra cuestión de emergencia", afirmó Cavada.

De lo que se trata –explicó– es de tener protocolos, esa secuencia de los pasos que hay que dar y de los recursos a emplear, para llegar a estas personas más vulnerables en caso de incidencias. "Evidentemente, no es lo mismo una persona joven o que está acompañada a una persona sola de avanzada edad, que normalmente suelen ser mujeres", apuntó la alcaldesa. 

Para Cavada, "cuanto más nos adelantemos a las cuestiones que se pueden dar ese día (en el que se den inundaciones o cualquier otra situación de emergencia) mejor vamos a dar la respuesta".  

Con ese censo y con la identificación de estas personas más vulnerables ante los riesgos, el Ayuntamiento "puede destinar personal de Protección Civil o voluntarios para ayudarlos y que se sientan atendidos en un momento complejo". 

En este sentido, desde el gobierno se recuerda el creciente número de personas mayores que existe en la localidad –hay 17.781 personas de más de 65, según los datos de 2023– y se ha aludido también a acciones como el convenio con Cruz Roja que permite llevar a cabo actividades con este sector de la población, que podría servir para encauzar también ese protocolo de actuación en caso de emergencia ante estos vecinos más vulnerables.