Ultiman el traslado al hospital del isleño con más de 300 kilos de peso

San Fernando/José María Fernández, el hombre con obesidad mórbida que lleva ya 6 meses sin poder moverse de su cama en La Isla, será trasladado al hospital Puerta del Mar la próxima semana en una complicada operación que coordinarán los bomberos ya que será necesario evacuarlo a través del balcón de su domicilio. Para ello, y gracias a la ayuda de una empresa que colabora desinteresadamente, se han retirado hace unos días los cierros que tenía en la casa y que impedían sacar la camilla. El traslado se llevará a cabo con la ayuda de la autoescala de los bomberos y precisará también de una ambulancia especialmente preparada para estos casos que vendrá desde el Campo de Gibraltar. 

Efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz (CBPC) estuvieron ayer en el domicilio evaluando in situ la situación del edificio para planificar la operación, según explicó el propio José María Fernández, que afirmó estar especialmente contento porque por fin se va a materializar el traslado al hospital que tanto tiempo lleva esperando aunque reconoció también que tenía "bastante miedo" ante lo complicado que resulta la maniobra para salir de su casa.

El traslado al hospital de San Carlos que inicialmente estaba previsto se ha descartado –detalló también aludiendo a las explicaciones que le habían dado– porque la camilla, de dimensiones especiales, no entra en el hueco del ascensor de este centro sanitario. 

En todo caso, además del problema de sobrepeso, preocupa bastante el estado de la pierna afectada por el síndrome de elefantiasis, que agrava todavía más su delicada salud. Así que con el traslado al Puerta del Mar se pretende realizar un abordaje conjunto de todos sus problemas, además de controlar la pérdida de peso para poder someterse a una intervención quirúrgica que le permita recuperar la normalidad.  

José María Fernández, con 49 años, entró el pasado año en una profunda depresión que le llevó a empeorar su problema de obesidad mórbida hasta el punto de superar los 300 kilos de peso, lo que le dejó postrado en la cama y sin apenas movilidad al no poder levantarse. 

Tras lanzar un grito de auxilio a través de los medios de comunicación para pedir ayuda y poder salir de la situación en la que se encontraba empezó a recibir numerosas muestras de apoyo y solidaridad de gente que se interesó por él.

Así, después de que su caso se hiciera viral, en las últimas semanas ha conseguido empezar a perder peso y hasta levantarse de la cama con ayuda del nutricionista y preparador físico gaditano Jesús Sánchez Marín. “Yo lo que quiero es levantarme para poder ir al hospital”, afirmaba.