José Manuel Revuelta Soba: "Lo mejor que ha pasado con los trasplantes es que han dejado de ser noticia"
Hace 40 años este cirujano isleño formó parte de esos equipos médicos que fueron pioneros en realizar trasplantes de corazón en España. Hoy, sigue fascinado con "el motor de todo"
El doctor Revuelta Soba dona al Museo Naval de San Fernando una colección histórica de cirugía cardíaca
San Fernando/Dice que la medicina no es una carrera cualquiera porque engancha. Así que pasados los 80 años este eminente isleño –uno de los pioneros en hacer trasplantes de corazón en España– sigue en activo con la investigación, con sus publicaciones, con sus conferencias... Catedrático, profesor emérito de la Universidad de Cantabria y jefe de servicio de Cirugía Cardiovascular durante 25 años en el Valdecilla (Santander), el doctor José Manuel Revuelta Soba regresa a San Fernando, su ciudad natal, cada vez que tiene oportunidad. Es –sostiene– una necesidad biológica que se acentúa con la edad.
Pregunta.¿Se acuerda de su primer trasplante de corazón?
Respuesta.¡Claro que me acuerdo! ¡Perfectamente! Humberto, un gallego que operamos allí en Santander. Una persona encantadora. Después de la operación decía que él era gallego de nacimiento pero montañés de corazón. Y animó mucho al segundo trasplante que hicimos, que era un chico muy joven. Hablamos de 1984. Fuimos pioneros (en el hospital universitario de Valdecilla). Barcelona, Madrid, Pamplona y Santander fueron los cuatro primeros centros en los que se hicieron trasplantes de corazón en España. Luego más tarde vino también Córdoba. Y ahora hay como 15 centros de trasplantes, que creo que son demasiados. No harían falta tantos pero ocurre que todas las comunidades quieren tener el suyo. Tengo que decir que aquí, en Andalucía, hay una gran calidad de cirugía cardíaca. Y Cádiz cuenta también con un equipo de cirugía cardiovascular excelente. Así que cuando vengo siempre digo que lo hago muy tranquilo, porque si me pasa algo del corazón me van a arreglar...
P.Precisamente, se cumplen 40 años de aquel primer trasplante de corazón
R.Y 50 de la creación del servicio allí en Valdecilla, del nacimiento de la cirugía cardíaca. Siempre pensamos en Madrid o Barcelona, pero nosotros lo demostramos en Santander: que no hace falta estar en esas grandes ciudades para tener una medicina de alta calidad.
P.Pues 50 años se me antoja muy poco tiempo para todo esto, ¿no?
R.–No es nada... ¡Pero es que nuestra especialidad es muy joven! Fueron los militares los que posibilitaron el nacimiento de la cirugía cardíaca en la II Guerra Mundial. Los padres de la cirugía cardíaca, Harken y Lillehei, eran médicos militares que en el frente de Normandía empezaron a hacer operaciones de corazón. Así empezó esto. Y esa es también la razón por la que quise que estuviera en el Museo Naval de San Fernando la colección de piezas históricas de cirugía cardiaca –válvulas, marcapasos...– que doné el año pasado. Es una especialidad muy joven. Imagínese cuánto podemos llegar a conseguir todavía. Cuando empecé era apasionante porque todos los días se inventaban cosas nuevas: se alcanzaban metas que la semana anterior eran inalcanzables.
P.¿Cuántos trasplantes de corazón calcula que habrá hecho a lo largo de su carrera?
R.Personalmente, alrededor de 200. Allí (en Valdecilla) deben andar en total por el millar ya. Es que, oiga, España sigue siendo líder en número de trasplantes y donantes.
P.En cada trasplante veo dos historias siempre: la del que 'renace', podríamos decir, pero también la del que fallece, el donante, el drama del que muere... ¿Cómo se lidia con las dos partes?
R.Es muy complicado, claro. Es que es muy duro. Hablamos de una persona joven que hasta hace un ratito estaba viva y ahora le estamos pidiendo el corazón a la familia para salvar otra vida... Es tremendo. Ahora, los coordinadores de trasplantes se han especializado de tal manera que todo esto se hace de una forma muy profesional y se ha conseguido que tenga menor impacto en la familia. Pero con los trasplantes, lo mejor que ha pasado –con perdón al periodista– es que han dejado de ser noticia. Nosotros teníamos a toda la prensa en la puerta del quirófano esperando, con toda la presión que eso supone. Aunque no era ya por el estrés, sino por lo que suponía de invasión de la normalidad en un hospital... Claro, aquello era nuevo y era noticia, evidementemente. Pero ahora es un proceso más, con una supervivencia superior al 80% en un año. Y se ha conseguido que el paciente tenga una gran calidad de vida. Ha sido decisivo el papel de la Organización Nacional de Trasplantes, que es modélica. Que España tenga este modelo, que además ha copiado mucha gente en el mundo, ha posibilitado que hayamos sido y sigamos siendo el número 1 en el mundo en donantes y en trasplantes –no solo de corazón sino de todo– en proporción con la población.
P.¿Lo hacemos bien en España, entonces?
R.Esto lo hacemos muy bien, sí.
P.Además de sus conferencias, habituales ya en SanFernando, ha escrito varios libros en clave divulgativa sobre el corazón...
R.Para mí, la divulgacion científica siempre ha sido una obligación moral con la sociedad. La sociedad ha permitido que fuera médico y que le tocara el corazón a las personas, así que lo mínimo que puedo hacer es devolverle eso de alguna manera y ofrecerles la traducción de un lenguaje complicado –el lenguaje médico, científico– para que, de una manera sencilla, la gente pueda entenderlo y pueda mantener su calidad de vida preservando el corazón, que es el motor. Esto es como el coche, la carrocería se puede estropear pero el motor, mejor que esté bien... Creo que tengo la obligación de continuar hasta el último día y mientras la cabeza me lo permita con esa labor divulgativa con los libros, los artículos, las conferencias... Me parece fundamental.
P.Ahora que habla de cuidarse el corazón, ¿qué es lo que hay que hacer, qué es lo que se puede o no comer para cuidar el colesterol? Porque recibimos un aluvión de información de esto a diario por multitud de canales...
R.Yo no soy de prohibir nada. No creo en eso de 'no comas esto de que tiene colesterol'... El colesterol es muy bueno para el organismo, para la cabeza, para el sistema nervioso, para las hormonas... Son los médicos los que te van a decir cuándo tienes que bajar el colesterol, cuando es necesario. Pero esto tiene que ser una medicina personalizada, hay que ver cada paciente, cada caso... No creo en eso de decir para todos 'hay que bajar el colesterol' o que los niveles no pueden pasar de tanto porque hay gente completamente sana que no tiene ningún factor de riesgo y no tiene por qué estar pendiente del colesterol toda su vida, ni de lo que come o no... Para nada. Porque lo que tú comes además es el 20%, digamos, de ese daño hipotético. El 80% es el colesterol que produce el hígado. Y muchas veces es un tema genético. Así que si no tienes ese factor de riesgo, por qué vas a estar sufriendo toda la vida, sin comer esto o lo otro... Por ejemplo, se dice que los huevos son malos. Yo estoy convencido de que son buenísimos, que te los puedes comer todos los días si quieres. Hay investigadores de Harvard que lo han demostrado. Tienen menos calorías que un yogur desnatado, vitaminas, lecitina, que es buena para el cerebro...
P.Pues nos metemos a fondo en el debate de la comida: la carne roja...
R.¡El chuletón! No es verdad que sea malo. Es que se han dicho muchas cosas que no son. Mire, acabo de escribir un libro que se llama Queso, corazón y vida donde se demuestra claramente que el queso –que también se ha dicho que era malo para el colesterol– es bueno. ¡A mí cualquier día me van a encerrar porque estoy demostrando científicamente cosas que se han dicho sin fundamento! (se ríe). Hay que replantearse científicamente, con el apoyo de la ciencia, una serie de cosas que tenemos metidas en la cabeza, que los huevos, la carne, el queso, las grasas, son malos... Y yo siempre me pregunto: ¿Por qué es malo?¿Quién lo ha dicho?
P.Puede que sea eso que le comentaba antes del exceso de ‘información saludable’...
R.La información excesiva es tan dañina como la poca información, es uno de los males de estos tiempos. Por eso hay que ser cautos y responsables con lo que se dice. Y los periodistas, al igual que los médicos, tienen aquí una responsabilidad con lo que dicen. Pero siempre hay que decir la verdad. No se puede afirmar que los huevos o la carne son malos, no. Evidentemente, hay personas que tienen que controlarse porque tienen el colesterol alto y tienen un problema. ¡Pero que yo diga que son buenos no quiere decir que se puedan poner morados! Se lo comentaba antes cuando hablaba de esa medicina personalizada, de que hay que ver cada caso. Vamos a ver, normalmente estas recomendaciones o pautas saludables que se dicen son verdad: hay que hacer ejercicio, andar mucho, comer sin exageración... Se lo resumo: regla número 1, comer de todo con moderación; número 2; mucha calle y poca butaca; y número 3, amigos alegres.
P.Con la comida está también el debate de los procesados, que están por todas partes...
R.Hay que tener cuidado con los ultraprocesados. El problema es que no sabes qué es lo que te estás comiendo. Lo cuento siempre: en casa tenía un chorizo extra de alta calidad que tenía muchas ganas de comerme. Bueno, realmente me lo comí y estaba buenísimo. Porque estas cosas además las hacen expertos para que estén buenísimas. Cuanta más química tiene, más te gusta. Pero antes le hice una foto a la etiqueta y me quede asustado porque lo que menos tenía aquello era cerdo. Todo era química... Eso no tiene nada que ver con un chorizo de pueblo, evidentemente. Mire, otra cuestión relacionada con lo que me dice. El 85% de la leche que se toma en Reino Unido es desnatada o semidesnatada. Una barbaridad total. ¿Por qué? Pues porque es muchísimo mejor la leche entera. A la desnatada o semidesnatda le quitan el glóbulo de grasa que tiene, pero esa cápsula tiene alrededor tres capas que son más de cien proteínas. Esa membrana triple tiene todos los productos inmunológicos que protegen, todas las proteínas que te defienden en el organismo, que forman las membranas celulares... Y eso lo quitan. Y lo malo no es que se lo quiten a usted o a mí, sino que se lo quiten a los niños. Por eso es una barbaridad darle leche desnatada a los niños porque se está poniendo gordito... Pues que corra, no le metas bocadillos, pero no le quites al niño la leche entera. El problema no es la leche. No se puede predicar que la leche tiene que ser semidesnatada o desnatada, es un grave error. Sobre todo, si hablamos de los niños.
P.Suelo preguntar siempre a los médicos por la pandemia, ¿fue un punto de inflexión?
R.Creo que todavía no está dicha la última palabra del Covid. Se siguen investigando las consecuencias del Covid a largo plazo, el long Covid... Es un virus muy raro, no es un coronavirus como otros muchos que hemos tenido. Y el Covid persistente no es nada desdeñable. Ahora bien, la pandemia puso también en evidencia que cuando la investigación y el dinero se unen podemos hacer las cosas mucho más rápido y mejor. La vacuna, por mucho que digan, ha salvado muchas vidas. Fue una suerte que se metiera mucho dinero para la investigación y que hubiera un grupo muy bueno que hiciera las vacunas. Yo creo en la vacuna, que está hecha por gente que sabe del tema, y que tu sistema inmunológico tiene que tener esa defensa, esa vacuna de recuerdo... ¿Si no para qué se ha puesto la anterior? Es algo que se ha demostrado con la gripe.
P.Esta vez ha venido a LaIsla para hablar de los infartos
R.El infarto de miocardio es la primera causa de muerte en el mundo. El 33% de las muertes, 18,5 millones de personas, mueren cada año en el mundo por enfermedades cardiovasculares. ¡18,5 millones! Es como si fuera una guerra mundial. En España tenemos 100.000 nuevos infartos al año, 13.600 personas se mueren al año aquí por esta causa. Pero hay una gran noticia. En los últimos 15 años se ha reducido la mortalidad del infarto de miocardio en un 40%. Es decir, se ha podido evitar la muerte de más de 90.500 personas. ¿Y esto por qué ha sido? Por pura investigación científica. Gracias a ella hay nuevos métodos diagnósticos, nuevos tratamientos, una avanzada tecnología de imagen... Todo eso lo tenemos en los hospitales de España. Está posibilitando que el diagnóstico sea precoz, que sea rápido... Y aquí el tiempo es oro. Si te tratan antes de dos horas te puede quedar el corazón como si no hubieses tenido un infarto. Y hoy día se está haciendo eso. Entonces, el panorama ha cambiado drásticamente. Pero eso no es todo. Ahora, con nanotecnología, te meten tratamientos e incluso polímeros para reparar la zona dañada por el infarto. ¡Es alucinante! Y está la Inteligencia Artificial, que también se aplica. La IA está orientando en segundos qué es lo que hay que hacer con el paciente, qué medicamento le viene bien, cuál no, cuál puede ser su medicamento diana... Está personalizando su medicina. Eso está funcionando ya y está cambiando el espectro del infarto. Y va a llegar un día en el que la mayoría de los infartos se va a curar..
P.Si se atiende a tiempo, claro...
R.Esa es la clave. ¡El tiempo es oro! Si se atiende en esas dos horas vitales que le comentaba, su corazón va a quedar como si no le hubiera dado un infarto. Hace 20 o 30 años había cuatro complicaciones graves en el infarto de miocardio: primera, la insuficiencia mitral, que se te rompía la válvula; segunda, que se te rompiera el tabique, lo que creaba una comunicación intraventricular; tercera, que se diera un aneurisma; y cuarta, que se rompiera el corazón... Estas cuatro complicaciones mortales ahora es muy raro verlas porque se trata rápido, prácticamente han desaparecido... Ahora bien, aquí hay un problema: los infartos en la mujer, que tienen síntomas diferentes que en el hombre: normalmente dolor en la espalda, empiezan a sentir un nudo en la garganta, en el estómago... La mujer tarda en llegar al hospital, normalmente porque no piensa en ella y está pendiente casi siempre de la familia. Se aguanta y achaca estos síntomas a unas molestias. Así que llega tarde y la mortalidad es mucho mayor.
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