Más de 1.000 jóvenes llegan a San Fernando para ser soldados

El Centro de Formación de Tropa nº 2 (CEFOT-2), en San Fernando, abrió sus puertas este pasado lunes al 1º Ciclo 2023 de Aspirantes a Militar Profesional de Tropa (A-MPT), donde un total 1030 alumnos

efectuaron su presentación, 114 mujeres.

Este viernes en la plaza del Soldado Español del centro se ha celebrado el acto de constitución de Batallón de Alumnos ‘Isla de León’, que ha presidido el coronel director, Pablo Delgado de Luque, secundado por todos los componentes del centro, con la lectura de la Orden de Organización del Batallón.

Este acto tiene lugar como el más simbólico de los que se realizan a la llegada de los aspirantes al

centro, dentro del período de Acogida, Orientación y Adaptación a la Vida Militar, en el cual se facilita a los nuevos aspirantes su integración a la vida castrense, llevando a cabo una serie de acciones de adaptación (alojamiento, filiación, entrega de vestuario y equipo, peluquería, reconocimiento médico, vacunaciones, etc.), así como conferencias informativas básicas referentes a su trayectoria profesional, plan de estudios, programas, etc.

Tras la lectura de la orden, el coronel del centro dirigió con unas palabras de bienvenida a los nuevos aspirantes, impartiéndoles directrices para el desarrollo del Ciclo y animándoles "a conseguir con su esfuerzo y trabajo el objetivo por el cual se han presentado a nuestras Fuerzas Armadas, llegar a ser soldados profesionales del Ejército de Tierra".

El centro de formación de Camposoto

Bastan 18 semanas para convertirse en un buen soldado. Unas 520 horas repartidas entre la formación teórica y la instrucción práctica se realizan en el centro para hacer de esos jóvenes que llegan de la vida civil auténticos profesionales de las Fuerzas Armadas, que posteriormente se repartirán por las distintas unidades y regimientos que el Ejército de Tierra tiene por toda España.

El Centro de Formación de Tropa número dos (CEFOT-2) es la forja de estos futuros soldados desde hace ya varias décadas, una misión que comparte con unas instalaciones homólogas que radican en Cáceres. Ese papel que tiene encomendado lo convierte en una escuela de lo más especial, que además tiene la virtud de enlazar con esa tradición castrense de una ciudad estrechamente vinculada a los militares y en la que antaño convivían además varios centros de formación de las Fuerzas Armadas.

No todos los que cruzan las puertas del acuartelamiento de Camposoto lo consiguen. Hay quienes renuncian, a menudo en los primeros días, casi siempre porque cuando llegan descubren que esto no es lo que esperaban encontrar en el Ejército y optan por marcharse.

Miles de aspirantes a militares profesionales han pasado por estas instalaciones de San Fernando que están más activas que nunca y en las que también se forman durante el año a los reservistas voluntarios.