Un ladrón queda atrapado al tapiarse el hueco por el que se colaba en un bar
El presunto autor de los robos utilizaba un conducto para entrar en un bar de San Onofre en el que había actuado cinco veces
La Policía Nacional atrapó literalmente a un ladrón sin saberlo. Sucedió durante el fin de semana en un bar de la zona de San Onofre. Los hechos acaecidos no dejan de tener un punto de curiosidad. Funcionarios de la brigada de la Policía Científica acudieron durante la jornada del domingo una vez más a este establecimiento de la localidad en el que se habían perpetrado numerosos robos.
Lo más extraño era, sin duda, que ni puertas ni ventanas aparecían forzadas y no se sabía el método que utilizaba el supuesto ladrón para entrar con total impunidad en el interior del bar y llevarse continuamente el botín. Pero el domingo la exploración en el interior del establecimiento fue más exhaustiva y se descubrió la existencia de una rejilla de hierro que tapona la salida de humos de la campana extractora de la cocina con salida en la azotea.
Éste debía ser el lugar por donde el ladrón se colaba y la propiedad del bar decidió por tanto tabicar con ladrillos la salida de humos y reforzarla colocándole una reja de hierro. De nuevo, el lunes por la mañana agentes de la Policía Científica volvieron al lugar de los hechos para realizar una inspección ocular de la zona y tras otro minucioso examen sorprendieron al ladrón escondido en el conducto por el que accedía al establecimiento.
La Policía Nacional cree que el autor quedó atrapado en el conducto justo cuando éste era tapiado e intentaba escapar y permaneció en él desde el domingo hasta el lunes por la mañana cuando por fin fue liberado por los efectivos para ser posteriormente detenido. Junto al sujeto, también se le interceptó diverso material tal como algunas herramientas que utilizaba para forzar las máquinas tragaperras en las que continuamente robaba.
El detenido responde a las iniciales de R.C.R. y ha sido inculpado de cinco delitos de robo. Tiene 30 años y ha sido detenido en un total de 45 ocasiones, casi todas, por delitos contra la propiedad como este caso, aunque ninguno había sido tan llamativo como el último. Es conocido con el apodo de El tres en uno.
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