La lluvia deja a los rocieros sin su despedida
La hermandad del Rocío emprendió ayer tarde su camino sin antes poder realizar su ya clásico recorrido por toda La Isla a causa del mal tiempo
La hermandad del Rocío se quedó ayer sin despedirse de La Isla a causa de la fuerte lluvia que se registró a lo largo de toda la mañana. Nunca antes había pasado. Era la primera vez que ocurría desde que a finales de los 90 el Simpecado a bordo de la carreta empezó a recorrer la ciudad de una punta a otra, desde la Bazán hasta el Carmen, el día en el que los romeros emprendían su largo camino de diez días hasta la aldea almonteña.
Aunque lo cierto es que ayer el temporal no dejó muchos opciones a esta hermandad, que por cierto cumple diez años ya como filial. La lluvia arreciaba a raudales durante la misa de romeros que se celebró en la parroquia de la Sagrada Familia. Tras la ceremonia, el hermano mayor, José Luis Cordero, informó de lo que todos los que estaban en el templo se esperaban ya: de la suspensión de este vistoso recorrido por La Isla a causa del mal tiempo. La comitiva se pondría en camino directamente a la tarde sin más historias para cumplir con la ruta programada y embarcar hoy en Sanlúcar, como efectivamente pudo hacer a eso de las cinco. Coordinados con el Plan Romero se cambió incluso el lugar donde tenían previsto pasar la noche -en la playa de las Piletas- para acercarse más a Bajo de Guía.
La lluvia impidió una despedida ya clásica de los peregrinos isleños, que siempre se encomiendan al Patrón San José, al Nazareno, Regidor Perpetuo de San Fernando, y a la Patrona, la Virgen del Carmen, antes de iniciar el camino. Una costumbre que se ha institucionalizado en esta primera jornada del camino. Todas esas viviencias, todo ese ambiente, se quedó ayer dentro de la iglesia de la Bazán, que vivió sin duda la mañana más rociera de su vida en torno al Simpecado, ya dispuesto sobre su carreta. Hasta allí se desplazaron representantes de una y otra hermandad -del Carmen, de San José, de Nazareno, de Medinaceli...- para estar con ellos en estos momentos y cumplimentar las correspondientes ofrendas. También, claro está, estuvieron sus vecinos de parroquia, las cofradías de Gran Poder y de Tres Caídas. Y, por supuesto, una nutrida representación municipal. La alcaldesa, Patricia Cavada, acudió para hacer entrega de la bandera de San Fernando que portarán los romeros, un acto que estaba previsto que se llevara a cabo pasado el mediodía ante el centro de congresos.
Fueron momentos muy especiales para la hermandad, a la que también acompañaron ayer el sacerdote Marco Antonio Huelga de la Luz, que recientemente predicó sus cultos; y la agrupación parroquial de San Roque, a la que La Isla amadrina y con la que a partir de hoy tiene previsto realizar el camino hasta la aldea del Rocío. Su banderín estuvo presente en el templo. En el interior de la Sagrada Familia no faltaron a lo largo de la mañana los cantos ni los vivas a la Blanca Paloma mientras que se agotaba la espera para ponerse en carrera. Cerca, junto al antiguo economato de la Bazán, se quedaron las carriolas de los romeros.
La hermandad del Rocío isleña puso así su mejor cara al mal tiempo, aunque las previsiones de intensas precipitaciones que se manejan para los próximos días preocupan bastante.
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