La lluvia se vuelve a cebar con el Martes Santo de la Semana Santa de San Fernando

Había voluntad cofrade de quitarse el amargo sabor de boca que dejó el Martes Santo del pasado año, en el que la lluvia obligó a quedarse en su templo a las tres hermandades de esta jornada, un triste hito que llevaba 50 años sin repetirse. Pero, por mucho que se intentó y se puso coraje, el cielo apenas volvió a dar tregua al Martes Santo.

Lamentablemente, la tendencia la volvió a marcar la incertidumbre meteorológica y el mirar a un cielo que fue imposible de descifrar y ante el que era muy difícil acertar. La jornada amaneció con un copioso chaparrón que, en principio, no invitaba a ser muy optimista en cuanto a las salidas de las hermandades se refiere, pero luego el cielo se abrió y las previsiones apuntaban a una considerable mejora en la ventana comprendida entre las siete y las ocho de la tarde. Pero la jornada siguió un camino muy distinto.

A pesar de todo, hubo destellos y momentos reseñables del buen hacer de las hermandades isleñas a pie de calle. Como marca la tradición del Martes Santo, la primera en salir fue la hermandad del Prendimiento, con su cruz de guía cruzando puntual la puerta de la iglesia de San José Artesano a las 17.45 horas. Y lo hizo bajo un cielo azul y despejado, con la ilusión de sus hermanos y entre los aplausos de las numerosas personas que se acercaban a ver su Prendi. El sol animaba a ser optimista.

Este año, el paso de misterio de la hermandad estrenaba una nueva fase del dorado de la talla, que se está llevando a cabo en los talleres de Manuel Verdugo. Un dorado que viene a realzar la obra del imaginero Alfonso Berraquero. Por su parte, el paso de palio volvió a lucir exornos florales de tonos rosa en gesto de apoyo a las víctimas del cáncer de mama.

Lamentablemente, la tarde no tardó en complicarse. Apenas una hora y cuarto después una fuerte lluvia sorprendía al cortejo procesional y le obligaba a volver a su templo para pena de todos. De hecho, el paso de palio de María Santísima del Buen Fin ni siquiera había abandonado el entorno del parque Almirante Laulhé cuando tuvo que hacer fondo y darse la vuelta para volver a su templo a paso de traslado para resguardarse de la lluvia.

Y todo ello entre los ánimos y, de nuevo, los aplausos de unos fieles entregados. Lágrimas en los rostros de hermanos y hermanas y pena e impotencia en sus corazones. Poco después de las 19.00 horas llegaba el paso de misterio a la iglesia de San José Artesano.

Poco después de que comenzase a asomar por la puerta de su parroquia el paso de misterio de Prendimiento trascendía la noticia de que la junta de gobierno de la Hermandad del Huerto tomaba la decisión de retrasar en media hora su salida, prevista para las 18.15 horas en la iglesia de la Divina Pastora.

La hermandad hortelana, la que pone en la calle a un mayor número de penitentes, mantenía en principio su hora de paso por Carrera Oficial: las 19.30 horas. Tras agotar esa media hora la hermandad volvía luego a retrasar otra media hora su salida, fijada ahora para las 19.15 horas.

Instantes después de que el reloj llegase a la hora señalada el hermano mayor del Huerto confirmaba, entre el júbilo de sus hermanos, que se iniciaba el cortejo procesional, si bien advertía de la posibilidad de encontrarse con algún que otro leve chaparrón.

La hermandad del Huerto procesionó decidida y con la intención de mantener íntegramente su recorrido, sin atajos o recortes, si bien, una vez en la calle optó por prescindir de la calle Ancha y regresó al templo bajando la calle Colón tras tomar por Rosario, una decisión que adoptó para evitar recogerse demasiado tarde después de haberse puesto en la calle una hora más tarde. El peligro se lluvia, por entonces, había pasado por completo y la hermandad se recreó con ganas trasladando a la bajada de la calle Colón esa sucesión de marchas que tradicionalmente se da con el Huerto en la calle Ancha. Lágrimas de emoción y aplausos arroparon a los titulares al entrar de vuelta en la Pastora en un Martes Santo para la historia en el que los hortelanos sufrieron y disfrutaron por igual.

La imagen de Nuestro Señor Jesucristo en su Sagrada Oración en el Huerto lució la nueva túnica burdeos que ha sido bordada –una primera fase– en el taller de la propia hermandad a partir de un diseño de Juan Pérez Bey. En el palio de Gracia y Esperanza, por otro lado, pudo verse también el nuevo llamador que se ha realizado en la Orfebrería Sanlúcar a partir de un diseño de Curro Claros.

Muy presente estuvo también entre los hermanos del Huerto ese Año Jubilar de la Esperanza que llegará a su colofón el próximo 20 de septiembre con una salida extraordinaria de su dolorosa.

Por su parte, la hermandad de la Caridad tras anunciar que retrasaba en una hora su salida, prevista inicialmente para las 19.00, comunicó la suspensión de su salida tras agotar ese plazo. La junta de gobierno permanecío reunida pendiente de las previsiones meteorológicas para tomar esta difícil decisión.

También la hermandad de la Caridad llegaba a este Martes Santos con dos potentes estrenos, que tendrán que esperar a otra Semana Santa para que luzcan por las calles de La Isla . Uno de ellos, además, especialmente significativo puesto que se trata de un proyecto que se inició 21 años atrás. Se trata, evidentemente, de esa auténtica joya de orfebrería que es el paso que se está realizando en los talleres de los Hermanos Delgados, cuyo canasto se ha completado este año.

Además, la titular de la cofradía lucía la terminación del manto bordado que se ha realizado en los talleres isleños de José Muñoz Moreno y Manuel Jesús Trujillo (Virgen del Carmen). Otro espectacular trabajo.