Cuando la mili era un negocio
armada Obras sobre el viejo Cuartel de Instrucción de Marinería
Las obras para la construcción del nuevo Cuartel General de Infantería, sobre el antiguo CIM, vuelven a hacer uso de unos terrenos que en su día fueron claves para La Isla
En la mañana del 7 de abril de 2001 juraron bandera los últimos quintos en el patio de armas del Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM). Con ellos, La Isla se despidió del servicio militar obligatorio. Y no volvió a ser la misma. La desaparición de la mili -unida al traslado de varias dependencias militares (como Janer o la Escuela de Infantería de Marina)- tuvo un durísimo impacto en la economía local. Dejaron de verse hoteles y pensiones al completo cada vez que tocaba una jura. Comercios, restaurantes y pequeños negocios que vivían de la mili, del movimiento de cientos de jóvenes que se generaba en cada reemplazo, tuvieron que echar el cierre.
La Isla de los quintos, la de la película Cateto a babor (1970), desapareció, aunque buena parte de la ciudad la rememore todavía hoy con nostalgia. Pero el CIM, el Cuartel de Instrucción de Marinería, quedó ligado para siempre al ADN isleño tras medio siglo de historia.
Hoy, las instalaciones que abrieron sus puertas en junio de 1955 y por las que pasaron en total 346.974 marineros distribuidos en 245 reemplazos, han recobrado interés para la Armada. El Ministerio de Defensa, a pesar de los recortes presupuestarios, ha anunciado una inversión de 6,6 millones de euros para la contrucción -en marcha desde finales de 2011- del nuevo Cuartel General de Infantería de Marina. Si todo marcha según los plazos previstos inicialmente, en 2013 será una realidad. Y el comandante general de Infantería de Marina y su estado mayor -que se asientan de manera provisional en el antiguo edificio de Capitanía- podrán afrontar el traslado a las nuevas dependencias.
Este traslado, cuando se produzca, tendrá un efecto doblemente positivo para La Isla. Por un lado, permitirá que prospere de una vez el proyecto del Museo Naval que desde hace una década se pretende ubicar en la antigua Capitanía, en pleno centro de San Fernando, junto a la calle Real. Y, por otro, posibilitará que los terrenos del CIM, tan vinculados a la historia de la ciudad, recobren su protagonismo y vuelvan a ser de utilidad y provecho. Como lo fueron antaño.
Aunque sobre la extensa parcela de la población naval de San Carlos se han levantado ya dos módulos de la residencia de tropa y marinería en los últimos años, será la construcción del nuevo Cuartel General de Infantería de Marina, que además se emplazará junto a las dependencias del Tercio de la Armada (TEAR), la que devolverá al antiguo CIM el protagonismo que tuvo durante medio siglo. Aunque su impacto, claro está, será más bien simbólico que económico. con todo, estos terrenos, tan vinculados a La Isla, volverán a tener un uso.
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