'Conciencia inversa', la poesía de Ninfa Duarte que brota en su primer libro

San Fernando/En los tiempos que corren, escribir poesía en el mundo de las redes sociales, la fake news y las nuevas tecnologías denota siempre cierta rebeldía. Pero todavía quedan valientes que se atreven con el reto literario. Y también una resistencia formada por lectores que, vale, nunca son muy numerosos pero –ojo– puede sorprender porque no siempre se ajustan a los clichés acostumbrados. Ninfa Duarte, profesora de Lengua y Literatura en el colegio Liceo Sagrado Corazón, lo sabe bien. Contra todo pronóstico, a algunos de esos alumnos a los que de lunes a viernes enseña métrica, gramática y sintaxis resulta que sí, que les gusta la poesía y la literatura y que devoran libros en sus ratos libres. La docente, que escribe desde que era niña, presentará el próximo viernes día 11 a las 19.00 horas en las instalaciones municipales del Centro de Congresos (Real, 83) Conciencia inversa, su primer libro. 

Y siguiendo con los estereotipos, podría decirse aquello de que de casta le viene al galgo ya que siendo hija del reconocido poeta isleño Rafael Duarte y habiendo crecido en una casa en la que se ama la literatura era lo más normal que Ninfa acabara escribiendo sonetos y contando endecasílabos con suma facilidad. Es cierto, pero el tópico una vez más se cumple solo en parte. En realidad, Ninfa ha seguido su propio recorrido vital hasta llegar a Conciencia inversa. La obra, de hecho, es una recopilación de versos escritos hace unos 20 años –se realizaron entre 2005 y 2007– que hasta ahora no verán la luz de la mano de la editorial independiente sevillana En Huida. 

Todo tiene su explicación. Su publicación coincide con su regreso al quehacer literario después de unos cuantos años en los que –a pesar de haber ganado algún que otro premio– dejó a un lado la escritura como si de una afición de la juventud se tratara. Pero la pasión por la literatura, ya se sabe, no se puede esconder y busca siempre recovecos para emerger.

Algo así ha pasado ahora con aquellos poemas de Ninfa, aquella niña tímida que cuando era pequeña apenas hablaba en el colegio y se dedicaba a observar lo que para otros pasaba inadvertido, que quiso ser periodista y que, cuando estudiaba Filología en la facultad, acabó descubriendo que lo que le gustaba de verdad era enseñar (y todo eso se refleja en cierto modo en su poesía).

Ninfa ha dado orden, estructura y un hilo narrativo a esos versos en Conciencia inversa para ir de las cosas que pasan desapercibidas –primero– a lo invisible y, de ahí luego, a lo sensible para terminar con lo que permanece. "Es decir, de la nada al todo", explica. 

La sorpresa de la autora isleña, que ahora está trabajando ya en una nueva colección de poemas, fue que el manuscrito presentado a la editorial en el pasado mes de mayo gustó y decidieron publicar. Carmen Navarrete, que en este caso ejerce de madrina literaria, será la encargada de presentar la obra en un acto que contará también con su padre, Rafael Duarte, que ha escrito el prólogo del libro, y que moderará Juan José Castiñeiras. 

Conciencia inversa no es sino esa manera "automática" de escribir que tiene en realidad Ninfa, ese "envés de la conciencia que es el subconsciente" y esa literatura que nace de la emoción y no de un pensamiento directo o racional. La obra, en la que emerge toda esa literatura que llevaba años latente, reúne un total de 36 poemas que concluyen –cuenta la autora– con un peculiar Credo al hombre, "un credo a la inversa en el que Dios le reza al hombre". Y en gran medida, Conciencia inversa va de tener fe en la poesía, de esa forma de ver la vida y de mirar las cosas que tienen los poetas.