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San Fernando/Las Flamencas le cantan a Camarón ha puesto el broche de oro a la octava edición del festival La Isla Ciudad Flamenca después de un verano repleto de actividades, desde conciertos, a muestras fotográficas y de pintura, hasta presentación de publicaciones y clases magistrales. La plaza Juan Vargas acogía a un gran número de personas para esta cita final cuyo listón pusieron muy alto las mujeres flamencas.
Abría la velada la sanluqueña Alba Bazán, con importantes vínculos con la ciudad, acompañada a la guitarra por Manuel Lin. La cantaora se decantó por un palo serio, solemne, como la seguiriya para iniciar su turno sobre el escenario colocado en un marco muy flamenco: junto al Museo Camarón y la Venta de Vargas, a un lado; y la estatua de José Monje Cruz, Camarón de La Isla, al otro. De fondo se erigía un edificio característico y protegido de San Fernando como el centro de salud Doctor Cayetano Roldán del que destaca su fachada modernista.
Bazán, premio Topulic al joven talento del festival en 2018, también ofreció al público, que ocupaba todas las sillas dispuestas en la plaza o que atendía de pie al espectáculo -hubo más asistentes de los esperados-, unas caracolás y terminó de pie por bulerías, lo que arrancó una gran ovación de los presentes.
La isleña Carolina Castilla le dio el relevo sobre las tablas, acompañada por Javi Mota a la guitarra, para mostrar todo su poderío artístico. Su repertorio lo integraron un tango extremeño y unas alegrías de Cádiz, para acabar por bulerías. El público la animó a seguir cantando y la cantaora se dejó querer para rubricar su actuación, en la que se acordó de distintas personas, con unos fandangos.
La tercera flamenca en ponerse ante el micrófono fue Carmen La Shica, con el guitarrista Gabino Pérez a su lado. Su propuesta se inició con una media granaína para continuar con la emocional seguiriya. La copla se coló en esta noche de despedida que tuvo al comunicador Santiago Muñoz como conductor, que se encargó de agradecer la implicación del Ayuntamiento y la Diputación y de todos los implicados en el desarrollo de La Isla Ciudad Flamenca.
Para el fin de fiesta la cantaora invitó a subir a Castilla con Mota y a la bailaora María Jesús Ramos, la Niña. Las dos cantaoras isleñas de la noche dijeron adiós de esta forma a la velada y al festival después de 42 días de actividades.
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