¿Una nueva vida para Esisa en San Fernando?
Los planes de Cavada pasan por reformar los estatutos y ampliar sus competencias para convertirla en una empresa de servicios públicos
El Ayuntamiento asumirá directamente la gestión de la ayuda a domicilio a través de Esisa
San Fernando/La Empresa de Suelo Isleña (Esisa) fue creada por el Ayuntamiento de San Fernando en 1996 para impulsar la construcción de vivienda pública en la ciudad. Y durante algo más de una década funcionó estupendamente, dio grandes resultados y logró el aplauso generalizado de los isleños al responder a una demanda en alza: 741 viviendas en régimen de venta y otras 272 en alquiler a través de distintas promociones, 151 intervenciones llevadas a cabo mediante los programas de transformación de infravivienda o actuaciones singulares como la ejecutada para recuperar el histórico inmueble de la Casa Micolta, además de otros proyectos como los parques empresariales de Puente de Hierro o de Fadricas II, forman parte de su currículum.
Luego llegó el frenazo: el estallido de la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera que empezó en 2008 y cuyas consecuencias se hicieron notar durante varios años, los recortes que supuso en la administración, la supresión de los programas de vivienda estatales y autonómicos... En 2009, Esisa ejecutó su última promoción. Y hasta el pasado mes de octubre –cuando comenzaron las obras para una modesta promoción de 15 viviendas en régimen de alquiler en la calle Alsedo– no consiguió retomar la construcción de vivienda pública en la ciudad, que ahora proyecta continuarse con otra promoción (81 viviendas)en la Ronda del Estero.
Este parón de 12 años, inevitablemente, hizo que el papel de Esisa fuera cuestionado en no pocas ocasiones y hasta que se planteara más de una vez la disolución de la empresa pública, que además arrastraba una deuda considerable desde el sonoro fracaso que supuso la construcción de aparcamientos subterráneos (plaza Emperador Carlos y Coronación).
Y a eso se suma también el difícil año que ha supuesto para la empresa pública la denuncia interpuesta por la que fuera su propia presidenta –la edil Claudia Márquez– en relación al proceso seguido para la rehabilitación de las viviendas de la barriada Bazán con los fondos ITI, que ahora mismo sigue en manos del Juzgado tras abrirse diligencias que afectan a tres trabajadores.
Así que la medida anunciada por el gobierno municipal para solventar el conflicto de ayuda a domicilio –si prospera, claro– puede suponer también una alternativa para mantener la empresa pública a flote tras años de declive. La alcaldesa, Patricia Cavada, anunció el martes que se va a afrontar la revisión de sus estatutos para ampliar sus competencias.
De esta forma, Esisa se convertiría en el instrumento del que se valdría el Ayuntamiento para asumir la gestión directa del servicio de ayuda a domicilio y, de paso, dar respuesta a las reivindicaciones laborales de la plantilla (incluida la reducción de la jornada laboral a 35 horas).
Por supuesto –ayer lo confirmaba la regidora en declaraciones a este periódico– en todo este proceso que ahora se va a afrontar la Empresa de Suelo Isleña mantendrá sus competencias en materia de vivienda. "a idea es que Esisa sea una empresa de servicios públicos, lo que le permitiría asumir –además de la vivienda– la ayuda a domicilio", explicó.
Y eso, aseguró la alcaldesa, supondrá darle también un impulso con un cambio de los estatutos. "Podríamos haber constituido una nueva empresa pero hemos visto más acertado, al menos a priori, que sea Esisa la que modifique sus estatutos, se adapte y asuma nuevas competencias por muchos motivos, sobre todo en materia de obligaciones contables, administrativas...".
En este proceso –apuntó– Esisa pasará a tener una nueva denominación y una nueva imagen. Hasta se apuesta por su integración en la estructura de los edificios municipales para que no tenga una sede apartada.
La idea de que Esisa asumiera estas competencias –insistió la alcaldesa– estaba sobre la mesa desde un primer momento, aunque era descartada por la plantilla de ayuda a domicilio. Tras el dictamen de la Junta Consultiva de Contratación Pública del Estado, que rechazaba la inclusión de las 35 horas en los pliegos del nuevo contrato, volvió a plantearse como una solución y esta vez se consiguió llegar a un acuerdo.
"Por las condiciones del servicio, que es más de prestación personal, de tareas prestadas por el capital humano, es factible asumirlo y mejorar de paso las condiciones laborales", argumentó Cavada. "Esisa –o la empresa pública bajo la denominación que se establezca– puede ser una herramienta útil en la prestación de servicios públicos", afirma. Y eso, claro, abre también la puerta a asumir la gestión directa de otros servicios que ahora están en manos de empresas privadas.
Esa posibilidad –se apresuró a explicar la alcaldesa– dependerá de las características de cada servicio: personal, medios técnicos, recursos, gestión... "En cada caso se analizará la conveniencia o no de asumir ese servicio cuando llegue el momento y a medida que vayan venciendo contratos", precisó. De momento, se ha dado un primer paso con la ayuda a domicilio "por una cuestión fundamental de mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras".
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