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El buque escuela Juan Sebastián de Elcano estará en mantenimiento hasta el mes de diciembre en San Fernando, cuando está previsto que empiece sus pruebas de mar para encarar el próximo crucero de instrucción en las mejores condiciones. El barco de la Armada ha llegado a la factoría isleña poco después de terminar su crucero número 95, que terminó en Cádiz el pasado 21 de julio.
El próximo viaje, que tendrá al mando al nuevo comandante, el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo; comenzará en el mes de enero y para entonces en los astilleros se espera haber realizado unos importantes trabajos y reparaciones, que lo tengan a punto no sólo para esta travesía sino para encarar su próximo centenario, que será en 2027. Y es que las obras forman parte del plan que la Armada tiene en marcha desde hace algunos años para asegurar el mantenimiento de la operatividad y la renovación del Elcano de cara al cumplimiento de los 100 años de su entrada en servicio.
Durante este periodo de inmovilización programada que acaba de comenzar, explica la Armada a este medio, se llevaran a cabo mantenimientos en la propulsión, sistemas auxiliares, en la habitabilidad para mejorar la vida de la dotación y guardiamarinas, espacios académicos y también de mejora estructural.
Además si el año pasado se trabajó sobre el palo mesana, que se sustituyó, este año cabe destacar el recorrido del palo trinquete, el más cercano a la proa, y del mascarón de proa, que ya en 2019 fue retirado en los astilleros para su restauración.
La sustitución del Mesana fue un gran trabajo en 2022 que supuso un reto, tanto para la dotación como el personal de Navantia y las empresas auxiliares; y que incluyó una espectacular maniobra para su desmontaje y montaje. Desde el 1993 no se cambiaba un palo en el barco, que precisamente fue este mismo, que tiene la curiosidad que hace de tubo de escape. Ahora se continuarán con los siguientes, empezando por el Trinquete, el más cercano a la proa.
Tal y como explicaban a Diario de Cádiz en un reportaje sobras el mantenimiento realizado en 2022, antes del crucero de que acaba de terminar; en cada varada se pondrá un mástil nuevo, se continuará con las actuaciones de renovación del acero de la obra viva y, de forma continuada, se incorporan o actualizan equipos electrónicos para proporcionar seguridad en la navegación. "Todo esto sin dejar de lado las obras de mejora de la habitabilidad y calidad de vida de la dotación, que van desde las actuaciones en los sollados hasta ampliaciones de la capacidad de almacenamiento de material y víveres", explicaban entonces.
Todo ello se espera que mantenga al buque en el dique de Navantia hasta diciembre, por lo que se descartó además su participación en la Gran Regata en Cádiz, que será a principios de septiembre.
No es el único barco de la Armada que se encuentra en periodo de mantenimiento en Navantia. Por ejemplo en el astilleros de Cádiz entró el 1 de agosto la fragata Santa María. "Las varadas son hitos esenciales en la vida operativa de los buques, ya que permiten mantener su operatividad y continuar con las misiones que se les asignen", apuntan desde la marina española.
En marzo también lo hizo el buque Juan Carlos I, , para llevar a cabo el pintado de la cubierta de vuelo, "un mantenimiento esencial para un buque de estas características y técnicamente complejo, para el que las instalaciones gaditanas reúnen las condiciones óptimas".
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