Otros 9 detenidos en San Fernando por las estafas 'smishing'
El Juzgado ha ordenado prisión sin fianza para cuatro de ellos
La investigación se inició hace 9 meses en la Comisaría isleña a raíz de una primera detención
El dinero estafado asciende a 500.000 euros y las víctimas de la estafa se reparten por toda España
Una investigación pionera iniciada en San Fernando permite detener a un menor, líder de una trama que estafó más de 350.000 euros por internet
¿Qué es el smishing?
San Fernando/Agentes de la Policía Nacional han detenido en San Fernando a nueve personas por su integración en una organización delictiva, dedicada a la comisión de estafas, por todo el territorio nacional. Los detenidos son los presuntos autores de otros delitos, como el blanqueo del dinero obtenido y falsificaciones documentales.
Con su modus operandi, se le imputan aproximadamente 50 denuncias repartidas por todo el territorio nacional, con las que los autores de los hechos, habían conseguido estafar grandes cantidades de dinero. Se estima que el dinero obtenido por estos sujetos mediante la ejecución de su plan delictivo, podría superar los 500.000 euros.
El método empleado por los integrantes de la organización, lejos de ser burdo o sencillo, resulta ser muy sofisticado. Ello, pese a la corta edad de los estafadores. Básicamente, nos encontramos ante una modalidad delictiva conocida como smishing, mediante la cual, los autores de los hechos, gracias a programas informáticos por los cuáles han efectuado un pago previo, envían mensajes de texto de forma masiva a numerosas personas, haciéndoles creer mediante dicho texto, que se trata de un mensaje de la entidad bancaria de las víctimas. Una vez las víctimas abren el enlace enviado y acceden a su cuenta online, los estafadores adquieren el control de dicha cuenta, ya que realmente la víctima no estaba accediendo a la página web de su entidad bancaria, sino que lo estaban haciendo a una página creada por los autores de los hechos, con apariencia de real y que les permite obtener todos los datos bancarios de las víctimas.
En ocasiones, los estafadores no adquieren en esa primera fase, todos los datos necesarios para poder cometer la estafa, ya que algunas entidades bancarias establecen mecanismos de doble verificación para evitar las estafas. Para paliar tal dificultad los estafadores avanzan un paso más en su mecánica delictiva.
Llamadas a las víctimas avisando de un supuesto fraude
Este paso, consiste en establecer un contacto telefónico con las víctimas, simulando ser agentes de la entidad bancaria. En dicha llamada, advierten a la víctima de que están siendo víctimas de unos cobros fraudulentos en su cuenta bancaria y para evitar que estos cobros se materialicen, deben de facilitar los datos que sean solicitados por el supuesto agente bancario. Una vez que la víctima facilita esos datos, los estafadores sí que adquieren el control absoluto de las cuentas de la víctima.
El gran problema que se plantea y que genera una gran inseguridad social, viene dado por el hecho de que cuando los estafadores realizan la llamada a la víctima, alegando ser un agente bancaria, lo hacen con un número de teléfono perteneciente al de la entidad bancaria. Es decir, si la víctima en esa primera toma de contacto ha tenido alguna sospecha de que podría encontrarse ante una estafa y consulta el número llamante a través de internet, le saldrá que ese número pertenece a su banco. De esta forma, el estafador, consigue eliminar las dudas que pudiera tener la víctima y hacerse con los datos necesarios, para adquirir el pleno dominio de su cuenta bancaria.
Esta investigación se inició hace aproximadamente nueve meses en la Comisaría de San Fernando. En dicha fase inicial, se procedió a la detención de un individuo, siendo la información obtenida clave para la continuación de la investigación.
Prisión para 4 detenidos
Tras meses de investigaciones y de análisis de la información obtenida, se pudo concluir quiénes eran los autores de tales hechos, los cuáles, además de llevar a cabo las estafas por la modalidad indicada, llevaban a cabo una importante labor de blanqueo del dinero ilícitamente obtenido, al objeto de insertarlo en el cauce legal. Para ello, resultaba fundamental la labor de integrantes secundarios de la organización, pero con un papel muy importante. Los mismos, aperturaban distintas cuentas de criptomonedas, entre las cuáles realizaban numerosas operaciones que dificultaban el seguimiento policial. En otras ocasiones, realizaban inversiones o apuestas. Todo ello, con las finalidades indicadas de dificultar el rastro a los investigadores o de lavar el dinero obtenido de manera ilícita.
Una vez que el grupo de delitos tecnológicos de la Comisaría de San Fernando dispuso de las pruebas necesarias y en colaboración con la fiscalía especializada en criminalidad informática y el juzgado de primera instancia e instrucción número uno de San Fernando, se solicitó la entrada y registro en los domicilios de los 4 integrantes principales de la organización. En los mismos se obtuvieron numerosas pruebas incriminatorias, tales como los terminales móviles y equipos informáticos empleados para llevar a cabo la actividad delictiva, vehículos, relojes y aparatos tecnológicos de alta gama, así como una cantidad de dinero en efectivo cercana a los 15.000 euros.
Al margen del dinero en efectivo localizado en los registros, se tiene conocimiento de que los principales líderes de la organización almacenan el dinero obtenido gracias a la actividad defraudatoria en wallets o carteras virtuales, al objeto de dificultar la localización del mismo por parte de los investigadores.
Tras la puesta a disposición de los cuatro detenidos ante la Fiscalía especializada en Criminalidad Informática y ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de San Fernando, se decretó el ingreso en prisión provisional sin fianza de cuatro de los nueve detenidos.
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