La pandemia y la creación literaria: Enrique Montiel, Manuel Ramos y Antonio Bocanegra narran sus experiencias

San Fernando/Como Boccaccio en El Decamerón, las semanas más duras del confinamiento que se vivió en la primavera de 2020 se convirtieron en un refugio para zambullirse de lleno en la creación literaria.

Enrique Montiel y Manuel Ramos Ortega lo hicieron apelando al paisaje emocional de la memoria y dando forma a una serie de relatos compartidos que se intercambiaban a diario dando lugar a una experiencia literaria inédita que luego se materializó en la publicación de dos libros independientes pero también hermanados: La fábrica de la luz y Verano del 62.

Por su parte, Antonio Bocanegra Padilla, en medio del aislamiento y de las malas noticias que a diario reportaba la pandemia, escogió el camino contrario para adentrarse con sus versos en una dolorosa e incierta realidad que había puesto al mundo patas arriba para poner de manifiesto la fragilidad del ser humano y sus miedos aunque también con la esperanza cristiana como fondo. Así dio forma a un poemario no publicado con el que concursó al Premio de Poesía Mística Fernando Rielo.

Fueron los tres ejemplos personales a los que la Academia de San Romualdo acudió este martes en una mesa redonda con la que, a su modo, quiso celebrar el Día del Libro con esa mirada a lo que había supuesto para los autores narrar en medio de una experiencia tan radical para todos como fue la pandemia y, especialmente, el confinamiento. El acto se desarrolló en las instalaciones municipales del centro de congresos Cortes de la Real Isla de León.

En la mesa redonda, presentada por el presidente de la Academia, José Enrique de Benito Dorronzoro, el propio escritor Enrique Montiel ejerció a su vez de moderador para que cada uno de los participantes expusiera cómo había lidiado con la pandemia armándose de la pluma, unos refugiándose en la memoria para recrear los buenos tiempos de la infancia o evocar la belleza dando rienda suelta a una creación casi frenética -a relato por día- y otros poniendo versos al desolador panorama del covid que había cambiado por completo la realidad.

Por supuesto, durante el acto, que derivó en un coloquio con el público, no faltaron las lecturas de poemas y fragmentos de esos relatos por parte de los propios autores participantes.