La playa isleña saluda su gran proyecto de mejora

Acabar con los problemas de tráfico que la playa de Camposoto arrastra cada temporada estival, garantizar la seguridad de sus miles de usuarios, mejorar notablemente las instalaciones para ganar en atractivo y potencial turístico, favorecer un uso cómodo del transporte público para los ciudadanos, fomentar el uso de la bicicleta...

La lista de argumentos es extensa. Y todos inciden en la necesidad de actuar en la playa isleña cuando se han cumplido ya 25 años de su apertura a la ciudadanía tras décadas de uso militar. Cada verano que pasa se multiplican las demandas que exigen sustanciales mejoras para Camposoto. Solo hay que tirar de hemeroteca para verlo. Y el Ayuntamiento es consciente de que ha llegado el momento de dar un salto cualitativo en la zona para mantener y realzar ese prestigio del que goza la playa natural desde hace un cuarto de siglo.

Ayer, el alcalde, José Loaiza, acompañado del delegado de Presidencia y responsable municipal en materia de Tráfico, Daniel Nieto, presentó la propuesta para la reordenación de los accesos a la playa que hoy plantearán al Consejo Asesor de Tráfico. Se trata de un anteproyecto que luego remitirán a Costas, a la Consejería de Medio Ambiente y al Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Si estas administraciones dan su autorización, el Ayuntamiento emprenderá la redacción de un proyecto de ejecución para llevar a cabo las obras pertinentes. Evidentemente se descarta que pueda ponerse en marcha para la próxima temporada de baño. Se intentará que sea para 2015.

La propuesta, para evitar el colapso de tráfico que resulta tan frecuente durante los meses de verano, propone la adecuación de dos nuevas rotondas a lo largo de la carretera de la playa, lo que agilizaría enormemente el tráfico. Una de estas rotondas se situaría junto a la bolsa de aparcamiento que existe a la altura del Pozo Alcudia, para facilitar la entrada y salida de vehículos. La segunda se ubicará junto al acceso número cuatro, donde se localiza la gran bolsa de aparcamiento de la playa. Al final de la carretera, en la última pista de acceso, se emplazará una tercera rotonda que dará forma al cambio de sentido que actualmente se permite en este punto.

Al repartir estas glorietas a lo largo de la carretera de la playa y permitir el giro sin necesidad de llegar hasta la última pista, el tráfico será mucho más fluido. Pero también se pretende dar una mayor agilidad a la circulación con la adecuación de un doble carril de salida entre el acceso número cuatro (el de la gran bolsa de aparcamiento) y la rotonda de las banderas, situada al principio de la carretera. De esta forma, a lo largo de este tramo, que comprende la zona más transitada por los usuarios, habrá tres carriles: uno de entrada a la playa y dos de salida.

El proyecto también contempla la terminación del itinerario de carril bici, que discurrirá paralelo a la carretera por la margen de las salinas (la del centro de visitantes del Parque Natural) hasta llegar al último acceso. Igualmente, se prevé la adecuación de tres paradas de autobús en cada sentido para facilitar la circulación del transporte urbano sin afectar al tránsito de vehículos particulares cada vez se que pare para subir o bajar a viajeros.

Desde el Ayuntamiento se pretende la reordenación global de todos los aparcamientos así como la adecuación de sendas aceras -una a cada lado de la carretera- para garantizar la seguridad de los peatones, uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía y que en varias ocasiones se ha denunciado ya que los usuarios, al dejar aparcados los vehículos, se ven obligados a andar durante un trecho por la carretera -y en medio de todo el tráfico- hasta llegar al acceso más cercano.

También se quiere impulsar la bolsa de aparcamiento de la zona de La Leocadia, ubicada junto al centro de visitantes del Parque Natural, y facilitar su uso con una pasarela de madera que tendrá una longitud de unos 310 metros y que la unirá con la primera pista de la playa.

Para llevar a cabo este proyecto es necesario ampliar la plataforma actual de la carretera y, por tanto, rellenar el talud existente en el margen más pegado a las salinas. La anchura del relleno variará según las características del terreno pero puede llegar en algunas zona a tener unos cinco metros, aproximadamente. También será necesario el asfaltado de toda la plataforma para señalizar correctamente la calzada, los carriles y las zonas de aparcamiento.

Es el punto más controvertido del proyecto, como el propio alcalde, José Loaiza, reconoció ayer. Sin el relleno de parte de la zona de marismas no se pueden llevar a cabo las modificaciones pretendidas pues no se tiene capacidad para asumir las anchuras que hacen falta. El regidor, no obstante, defendió la viabilidad del proyecto y recordó rellenos efecuados recientemente por la Junta, como el que se ha llevado a cabo para ejecutar la plataforma del tranvía en el tramo interurbano que une a La Isla y Chiclana.