La poesía como religión
Antonio Bocanegra presentará esta tarde en el Centro de Congresos su última obra, 'Dios entre mis manos'. un poemario de temática religiosa
Unos versos de Juan Ramón Jiménez inspiran el título que Antonio Bocanegra Padilla ha dado a su nuevo poemario, Dios entre mis manos, una colección de versos en la que el autor de Memorias y ensoñaciones del burrito Platero condensa la faceta quizá menos conocida de su amplia producción literaria: la religiosa.
"Soy católico y creyente, más o menos cumplidor", confesaba ayer Bocanegra al hablar de esta nueva publicación, que esta tarde se presentará en el Centro de Congresos (Real, 83) a partir de las 19.30 horas. La dimensión religiosa no es, ni mucho menos, un tema al que se haya dedicado en exclusiva, pero quizá sí algo que tenía pendiente. Sus versos hablan de ese Dios, el de las creencias cristianas más tradicionales. "Es el Dios que nos han enseñado", apuntaba también al recordar la férrea enseñanza religiosa que recibió en su infancia a manos de los salesianos. "Nunca perdí la fe", apostilla el autor del poemario.
Un soneto, El padrenuestro del poeta, es el punto de partida de una obra que consta de dos partes: una, de nueva factura, exclusivamente realizada para la publicación del libro; y otra anterior, en la que rescata otros versos religiosos de su quehacer literario, realizados en distintos momentos de su trayectoria. "Tenía encargos que me habían hecho algunas cofradías y poesía navideña, ya que durante un tiempo participé en actividades literarias que se organizaban en los belenes en Jerez y El Puerto", explica.
Sobre la poesía como medio predilecto para hablar de lo infinito y lo divino, de los misterios de la vida y el universo, habla también este doctor en Filología Anglogermánica, que en el acto de esta tarde -organizado por la Real Academia de San Romualdo, a la que pertenece desde hace años- tendrá a su cargo la conferencia titulada La dimensión religiosa en la poesía actual (1915-2015).
Pocos autores se han resistido a la poesía religiosa, reconoce. "Desde los místicos del siglo XVI siempre ha estado presente. Hasta Rafael Alberti dedicó unos bellísimos sonetos a la Virgen del Carmen", advierte al citar un ejemplo cercano. "Siempre buscamos algo más". Y la poesía como medio para intentar aferrar lo intangible o como vehículo para poder expresar los sentimientos más elevados ha sido un instrumento recurrente. A Antonio Bocanegra, aunque su trayectoria literaria ha tocado más bien otros palos, también le ha llamado. "Aunque hoy -admite- no abundan los lectores de poesía y, mucho menos, de poesía religiosa".
La obra se presentará esta tarde en el Centro de Congresos a la conclusión de la conferencia sobre la poesía religiosa que se ha incluido en la programación cultural de la Academia de San Romualdo. Durante el acto, se procederá a la lectura de una pequeña selección de los poemas recogidos en la publicación.
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