El protocolo de la calle Real: el reto de conciliar la vida social de San Fernando y el tranvía
El equipo de gobierno apela al "sentido común" para cerrar un acuerdo que permita planificar la celebración de eventos en el centro
La clave pasa por concretar qué actividades se mantienen y cuáles se tienen que reubicar
La Junta y el Ayuntamiento de San Fernando estudiarán la adaptación de los eventos y fiestas en la calle Real al paso del tranvía
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San Fernando/El problema no ha tardado en dar la cara. Y no es porque no se hubiese estado advirtiendo durante las casi dos décadas que se lleva hablando del proyecto. La puesta en marcha del tranvía –un medio de transporte que une las ciudades de Chiclana, San Fernando y Cádiz y que tiene además correspondencias en Río Arillo con los trenes de Cercanías– no puede frenarse cada vez que en La Isla haya una historia. Porque además la ciudad es pródiga en eventos, fiestas y tradiciones que toman la calle Real como escenario, por costumbre y porque a pesar de todo no ha dejado de ser con el paso de los años ese eje económico y social que vertebra a la localidad.
Y San Fernando, por su parte, no puede renunciar a todo eso forma parte de su identidad y de sus tradiciones o que, simplemente, son eventos multitudinarios –véase Halloween– que arrastran a grandes masas de gente a la calle con su consiguiente repercusión económica en el comercio y la hostelería.
Así que se trata de conciliar una y otra postura, de dar encaje a estas celebraciones en la calle Real ajustándose al paso del tranvía, de suprimir el servicio en los tramos más céntricos cuando sea obligado –por ejemplo, en Semana Santa, con la que hay un compromiso explícito desde que se empezó a plantear el proyecto–, o de reubicar alguno de estos eventos en otras calles, como ha ocurrido con la Feria Solidaria de Cortadores de Jamón (otra de esas citas multitudinarias que se ha trasladado a la avenida León Herrero).
Ocurre, sin embargo, que esto que se sabía no se ha solventado antes de la puesta en marcha del tren-tranvía. Y nada más arrancar –lleva mes y medio en funcionamiento– se ha topado ya con Halloween y con el encendido del alumbrado navideño, actividades que han llevado a suspender parcialmente el recorrido por la calle Real, con las consiguientes incomodidades y quejas de los usuarios que vienen o van de Chiclana o Cádiz.
La clave de todo esto reside en saber qué eventos se mantienen en la calle Real, ya sea por tradición o por su rédito económico y social. Y, por supuesto, cuáles tendrán de apañárselas buscando otros emplazamientos alternativos o encajando en el intervalo que existe entre un tranvía y otro. Porque el tranvía tendrá que parar alguna que otra vez y La Isla tendrá que renunciar otras. Así de sencillo.
La cuestión se abordó el pasado martes en el transcurso de la comisión de mixta de seguimiento del tranvía al objetivo de buscar una solución entre ambas administraciones, Junta y Ayuntamiento de San Fernando.
"Hemos planteado que se redacte un protocolo de actuación en este sentido para que podamos planificar, coordinar y regular los eventos", explicaba ayer el concejal de Presidencia, Conrado Rodríguez.
Porque tampoco se puede seguir tomando medidas una semana detrás de otra si coincide con una celebración, ya sea Halloween, las luces de Navidad o las cabalgatas de Reyes, que es lo siguiente que toca. Lo que se quiere desde el Ayuntamiento isleño es que haya una planificación previa de todos esos eventos que a lo largo del año seguro que requerirán la suspensión del servicio en los tramos más céntricos de la calle Real, "aunque estemos también abiertos a otros eventos extraordinarios que puedan surgir". Y un protocolo que defina los pasos a seguir por cada administración en este sentido.
Eventos y tradiciones "que no pueden plantearse en otro sitio"
La elaboración de dicho protocolo de actuación –para el que la Junta, primero, ha planteado al Ayuntamiento la realización de una inspección técnica in situ de la calle Real que se prevé acometer en el próximo enero– obliga necesariamente a definir qué eventos, fiestas y tradiciones por su relevancia o trascendencia se van a quedar en la calle Real. El delegado de Presidencia, Conrado Rodríguez, habla de "sentido común" y señala que, evidentemente, hay eventos y actividades que no pueden plantearse en otro sitio diferente y que necesariamente obligan a interrumpir el tranvía. "No es la primera vez que surge esta cuestión, desde el principio se ha hablado por ejemplo de la Semana Santa", precisa al detallar que el planteamiento del Consistorio pasa por hacer transbordos desde las paradas en las que se tenga que parar el tranvía. Esta situación, además, solo afecta a La Isla, que es la única ciudad por la que el tranvía pasa a lo largo de toda su arteria principal. "Eso es bueno. Tiene un impacto muy positivo que ya estamos viendo", señala Rodríguez, que deja claro que para el Ayuntamiento no es un problema del trazado escogido en su día para este nuevo medio de transporte. De lo que se trata –insiste– es de convivir y conciliar el tranvía con la vida de la ciudad.
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