La playa canina reclama mejoras tras la experiencia de su primer verano

Mejorar la accesibilidad de la playa canina que este año ha estrenado Camposoto -la primera que abre en la provincia de Cádiz- es uno de los retos a los que se enfrenta el Ayuntamiento de cara al próximo verano y con los resultados de la experiencia piloto de estos últimos meses sobre la mesa, ahora que tan solo queda una semana para que cierre definitivamente la temporada.

El gobierno municipal tiene constancia de las demandas que les han trasladado los usuarios y los colectivos animalistas que se han implicado en la puesta en marcha de esta iniciativa pionera: el acceso, además de estar a dos kilómetros de distancia de la última entrada a la playa isleña, no resulta cómodo y plantea dificultades al estar en pleno Parque Natural de la Bahía que a muchos han pillado desprevenidos, especialmente a los que vienen de fuera y desconocen el entorno. Hay incluso dos tramos del sendero que han sido invadidos por el cordón dunar, que está protegido. Esta situación obliga a quienes quieren acercarse hasta la zona acotada para los perros a desplazarse a pie con sus mascotas durante un largo camino a pleno sol y con altas temperaturas, tanto para la ida como para la vuelta. No hay sombra, ni fuentes o duchas en las que se puedan refrescar y está prohibido hacer el camino por la orilla de la playa ya que eso implica salirse del espacio delimitado para los animales. Y ese cúmulo de circunstancias -inesperados para algunos- le ha costado al Ayuntamiento alguna que otra vehemente crítica que ha circulado por las redes sociales poniendo en tela de juicio la iniciativa de la playa canina (la última de ellas esta misma semana). Aunque ya en agosto, Asispe, la Asociación Isleña del Perro, había advertido de estas mismas carencias tras las primeras semanas de funcionamiento. El colectivo consideraba que la iniciativa de la playa canina era un paso adelante pero insistía en la necesidad de mejorar con vistas a próximos veranos.

Lo cierto es que las exigencias derivadas de la estricta normativa de la Junta, que obligan a alejar la playa canina de la zona acotada para el baño que dispone de todos los servicios, y también su emplazamiento en un entorno natural especialmente protegido dejan un estrecho margen de actuación para el Ayuntamiento. Aún así, se apuesta por su continuidad y, sobre todo, por mejorar de cara al próximo verano. Así lo ha afirmado la propia alcaldesa, Patricia Cavada, en declaraciones realizadas a este periódico. "La Isla ha sido pionera. Estoy segura de que el próximo año habrá en la provincia muchas más solicitudes para adecuar playas caninas en otros municipios playeros y nosotros hemos sido los primeros, hemos tenido esa visión", afirma. Y la experiencia -insiste- "ha sido positiva", también para la promoción "impagable" que ha tenido la ciudad y su playa natural gracias a la apertura de la playa canina.

El equipo de gobierno, de hecho, tiene intención de convocar un encuentro entre todas las administraciones implicadas -Delegación del Gobierno andaluz y Parque Natural, especialmente- una vez que acabe definitivamente la temporada para analizar con todo detalle la experiencia de este verano. También pretende reunirse con las asociaciones y colectivos animalistas que apostaron por esta iniciativa y la apoyaron.

Desde el área de Urbanismo, por otro lado, se está preparando un informe con el objeto de trasladar al Parque Natural una petición para mejorar la accesibilidad del sendero de la Punta del Boquerón. Según Cavada, hay "alternativas" para intentar atender esas demandas de los usuarios de la playa canina.