La obra estrella se deja ver
Rehabilitación del Ayuntamiento de San Fernando
Tras doce años y medio cerrado y tres de obras, el Ayuntamiento vuelve a abrir sus puertas para asombrar con las imágenes de la rehabilitación
San Fernando/Se ha llevado doce años y medio –más de 4.600 días– cerrado a cal y canto. Exactamene, desde el verano de 2006. Ahora, coincidiendo con la recta final de las obras de rehabilitación, el Ayuntamiento ha vuelto a abrir sus puertas para presumir de monumentalidad ante la ciudadanía antes de que vuelva a ponerse en funcionamiento, previsiblemente a lo largo de 2019.
La semana pasada se llevaron a cabo las primeras visitas. Representantes de una treintena de asociaciones de vecinos fueron los primeros en adentrarse en el interior del histórico edificio para conocer el resultado de la gran obra del mandato, cuya inversión –tras el último modificado de proyecto– roza los nueve millones de euros que salen de los presupuestos municipales, lo que la convierte en la mayor inversión que en solitario que se ha acometido desde la administración local.
Y hoy han continuado estos recorridos guiados. Otros colectivos, comerciantes y hosteleros tuvieron la oportunidad de conocer la rehabilitación por dentro, que –con la obra a más de un 90 por ciento de ejecución– muestra ya claramente el resultado final de lo que han sido tres años de una cuidada intervención, que devuelve el esplendor perdido a este edificio ilustrado maltratado por el paso del tiempo al que la dirección de obra –el equipo de Alt-Q– le gusta considerar desde una perspectiva histórica como el primer equipamiento público que se construyó en España.
El objetivo del gobierno municipal es mostrar a los ciudadanos qué se ha hecho en el Ayuntamiento ahora que las obras afrontan su recta final y permiten –dada su avanzada ejecución– visitas controladas que, por otro lado, llegan cuando quedan poco más de tres meses para las elecciones de mayo.
A partir de la próxima semana se activará un calendario de visitas pautadas con la idea de enseñar el Ayuntamiento a todo el que quiera. Cada semana habrá visitas los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana y las inscripciones se coordinarán a través de la Oficina de Turismo desde el lunes.
La intervención rescata lo mejor de los dos proyectos que tuvo el Ayuntamiento –el original, de Torcuato Cayón, que se frenó en 1785; y el que se retomó cien años después y concluyó Amadeo Rodríguez en 1895– redescubre el edificio histórico construido a base de bóvedas, sus espacios y volúmenes.
En poco se parece el resultado al Ayuntamiento que se conoció y utilizó durante el siglo XX y principios de la década pasada. Solo las dependencias nobles –desde la escalera imperial, el salón de plenos, la sala mozárabe, Alcaldía...– son reconocibles. Aunque en ellas se ha llevado a cabo "una operación de bisturí", apuntan desde la dirección de la obra para referirse a lo delicado de la actuación. Lo que sí ha cambiado es el resto del edificio al desprenderse de muros y construcciones añadidas que durante décadas se fueron sumando para dejar oculta la monumentalidad de los espacios históricos.
La rehabilitación los recupera al tiempo que, en busca de una mayor funcionalidad, compartimenta los usos del 'nuevo' Ayuntamiento: a un lado, la parte cultural, con el patio reservado a salón de actos de cubierta retráctil, la biblioteca Lobo, el archivo; al otro, las dependencias administrativas, que se articularán en torno al remozado patio de la cárcel; arriba, la Alcaldía, y sus salas nobles, la zona 'política' que incluye el nuevo salón de plenos, las oficinas de los grupos políticos...
La planta superior recupera su uso para dar cabida al regreso de las oficinas y dependencias administrativas que actualmente están repartidas por la ciudad. Mención especial merece también la parte 'oculta' –todas las instalaciones técnicas que dan servicio al edificio: climatización, iluminación...– que han supuesto uno de los grandes retos de la intervención y cuya maquinaria se reparte discretamente entre la cubierta y el sótano.
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