La restauración de las marismas y de las salinas degradadas

Debate en la Bahía

Demostrado que las competencias de las distintas administraciones les posibilitan actuar en el ámbito de la marismas, se impone un convenio entre las administraciones para concertar actuaciones 

Las polémicas 'vueltas de afuera'

Salinas de la Bahía, en una imagen de archivo
Salinas de la Bahía, en una imagen de archivo / Lourdes de Vicente
Francisco Blanco

26 de septiembre 2024 - 06:00

San Fernando/Días atrás el ex director-gerente del Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA), Juan M. García de Lomas, publicaba en estas páginas una tribuna comentando las declaraciones de los responsables políticos de Medio Ambiente, Demarcación de Costas y alcaldesa de San Fernando, acerca de las competencias y necesidad de intervención en las Salinas de la Bahía de Cádiz. Además de explicar que las salinas son una buena, sostenible y acertada intervención humana en la marisma, les recordaba que todas las administraciones tienen competencias en el ámbito, enumerando intervenciones que pueden llevar a cabo.

Las declaraciones de los responsables políticos tenían una característica común, “echar el balón fuera”, o “ no me compete”. Esta actitud choca con la realidad, ya que los ciudadanos cuando promueven o tramitan actividades y usos en las salinas, se encuentran que tienen que recabar autorizaciones de las tres administraciones; si bien, es cierto que no todas ostentan la misma jerarquía competencial.

Las salinas de la Bahía de Cádiz, son Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT), y este es tutelado por la Demarcación de Costas de Andalucía Atlántico, tras los correspondientes deslindes. Podemos discrepar en lo tocante a quien le corresponde sufragar algunas actuaciones, como es el caso del mantenimiento de la “vueltas de afuera”, al parecer a los concesionarios de las salinas, pero las no concesionadas, la competencia es claramente de Costas; al igual que mantenimiento de la batimetría de la red de caños y canales, que va disminuyendo por el aporte de sedimentos, y que se traduce en una menor circulación del agua, y adonde el agua no llega, la vida disminuye, es decir la productividad biológica está directamente relacionada con la lámina de agua. No todos los caños son igual de importantes, siendo necesario acometer trabajos de dragados en los principales: Sancti Pectri, Río San Pedro, Consulado, Talanquera y Zurraque.

La junta de Andalucía ostenta las competencias de los Espacios Protegidos, Servidumbre de Protección de la ley de Costas, asignadas a Medio Ambiente, y mantiene el Parque Metropolitano de Los Toruños, que gestiona La Consejería de Fomento, Infraestructura y Vivienda.

Las Salinas representan casi el 50% de la superficie total del Parque Natural y acogen el principal aprovechamiento, los cultivos marinos. Los documentos (PORN y PRUG), que regulan específicamente la protección de sus recursos naturales, entre sus objetivos mencionan: “Garantizar el desarrollo y mantenimiento de las actividades salineras y acuícolas….”; “Mejorar y mantener el funcionamiento integral del sistema hidrológico, garantizando la calidad ambiental de las aguas y la renovación hídrica”; “ …se realizaran las obras necesarias para mantener o reponer la inundación mareal”…

Recojo estos apartados porque en ellos se constata que Medio Ambiente tiene la obligación de intervenir; de todos los espacios protegidos de la provincia, es el más olvidado presupuestariamente por parte de la Consejería; no es de recibo que en el Parque Metropolitano de los Toruños/Río San Pedro, que sólo acoge actividades de uso público, se invierta más que en la totalidad del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Los ayuntamientos colaboran en la protección del espacio marismeño, y han contribuido, con Costas y Junta de Andalucía en la implementación de la red de senderos e itinerarios de uso público.

El planeamiento territorial y urbanístico, otorga a los ayuntamientos la capacidad de actuar también en los bordes urbanos de la marisma para fines de interés general que refuercen el esquema de asentamientos y la dotación de las ciudades. La visión de la marisma como la “trasera” de las ciudades, quedó obsoleta desde que se aprobó, a principio de los ochenta, el documento de Bases para la Coordinación del Planeamiento Urbanístico en la Bahía de Cádiz.

Demostrado que las competencias de las distintas administraciones les posibilitan actuar en el ámbito de la marisma, se impone que lo hagan coordinadamente, una de las fórmulas legales es mediante la firma de un Convenio para la Concertación de Actuaciones, que seleccione las más importantes y que con el concurso presupuestario de la vigencia del mismo, saque a la marisma del eterno olvido en el que las administraciones la tienen sumida.

Comentada la necesidad, pertinencia y forma de intervenir, procede plantearse de dónde pueden obtenerse los fondos necesarios. Desde mediados de agosto esta en vigor la Ley europea de Restauración de los Ecosistemas Degradados, que en sus disposiciones recoge la elaboración, en el plazo de dos años, de un Plan Nacional de Restauración, que identifique los lugares de actuación. Las administraciones públicas deben solicitar al MITERD la inclusión de las marismas gaditanas en el mismo y no dejar pasar la oportunidad enfrascados en las rivalidades políticas. 

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