La sanidad militar inicia etapa en la ciudad con la nueva clínica
El hospital público de San Carlos comienza a realizar pruebas diagnósticas de digestivo
Hace unos días se acabó un pedacito de historia de San Fernando, con el traspaso del hospital militar de San Carlos al Servicio Andaluz de Salud (SAS). Ayer comenzó una nueva historia de la ciudad con la sanidad militar, aquella que comenzó con la Guerra de la Independencia y el improvisado hospital donde se atendía a los heridos en lo que iba a ser el convento de la nueva población de San Carlos. A escasos metros, tras el muro y vallado separador, el ahora hospital de la red pública andaluza continúa su desarrollo con un nuevo servicio en marcha, de pruebas diagnósticas digestivas.
Ayer recordaron, en el descubrimiento de un monolito en las dependencias de la nueva Clínica Militar, que el hospital estaba en manos del Ejército de Tierra; más tarde, pasó a depender de la Marina; finalmente desde 2000 quedó controlado por la Inspección General de Sanidad de la Defensa; a partir de ahora se reconvierte en clínica de medicina preventiva y pruebas periciales. “Un nuevo modelo, ya no asistencial, sino pericial, preventivo y logístico operativo”, apuntó su actual responsable, el coronel médico Miguel Ortells, en las puertas del nuevo edificio. Las antiguas instalaciones que acogían a las hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, que atendían en el hospital hasta 2008, han sufrido un acondicionamiento exhaustivo para su nueva función: con obras menores iniciales y una rehabilitación integral posterior, según desveló subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, que presidió el acto, junto al almirante de la Flota, Santiago Bolíbar Piñeiro; y el inspector general de Sanidad Militar, Luis Hernández Herrero. Alberga la junta médica pericial número 31, un gabinete odontológico, laboratorios de aguas y drogas, la jefatura de Sanidad de la Bahía de Cádiz y los archivos del antiguo hospital. Se ha definido, además, como centro internacional de vacunación y mantendrá el uso de la cámara hiperbárica para la medicina submarina.
La realidad sanitaria de Defensa se ajusta con esta medida a los nuevos tiempos, tras la modernización de los ejércitos, con militares profesionales, y un proceso de racionalización que motivó la desaparición de hospitales, incluso el isleño. Antes, en 2005 se produjo un hito histórico con el convenio con la Junta para su uso compartido. Desde entonces se han realizado a la población civil intervenciones de cirugía mayor ambulatoria, consultas de especialidades y pruebas diagnósticas. Con la transferencia de San Carlos al SAS, ese catálogo asistencial se ampliará, según los planes de los nuevos gestores, poco a poco, con la incorporación de nuevos servicios de manera escalonada.
Si hace una semana se abría la sala para rehabilitación, este lunes fue el turno de exploraciones digestivas en una sala específica, que tiene anexa otra destinada a la limpieza y esterilización de los equipos, y una zona de despertar. La Consejería de Salud informaba de la puesta en marcha para empezar de las endoscopias altas y colonoscopias (las bajas), “pruebas reclamadas no sólo por los profesionales de Digestivo, sino también de especialidades de Medicina Interna o Hematología”. A esta prueba le seguirán los estudios de intolerancia a la lactosa.
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