Siete veranos de playa canina y "animalista" en Camposoto

La zona especialmente acotada para las mascotas está ya también preparada para afrontar una nueva temporada

"Camposoto es una playa animalista", dice la alcaldesa, Patricia Cavada

Cartel que indica el camino a seguir para llegar a la playa canina de Camposoto desde el último acceso.
Cartel que indica el camino a seguir para llegar a la playa canina de Camposoto desde el último acceso. / D.C.
Arturo Rivera Barrera

05 de junio 2022 - 06:00

San Fernando/Camposoto volverá a contar este verano con la playa canina, situada a kilómetro y medio de su último acceso –el número 8– siguiendo el camino del sendero de la Punta del Boquerón. Todo está a punto también en este espacio reservado a las mascotas para dar la bienvenida a una nueva temporada. La playa de los perros regresa así también al verano isleño por séptimo año consecutivo.

Envuelta en polémica desde el primer momento en el que se planteó –el Ayuntamiento isleño llevó a cabo incluso una suerte de referéndum allá por 2016 para consultar a la ciudadanía acerca de su puesta en marcha– la playa canina ha terminado sin embargo por imponerse con el paso del tiempo como un servicio más de ese amplio paquete que brinda Camposoto –la playa 5 Estrellas– a los bañistas.

La propia alcaldesa, Patricia Cavada, recordaba en declaraciones realizadas esta semana a este periódico que "Camposoto es una playa animalista", en la que uno puede disfrutar tranquilamente y con todas las garantías que impone la normativa sanitaria –de ahí la lejanía del enclave escogido– de un día de verano junto al mar con sus mascotas. Con muchas normas, sí. Pero se trata de cumplir con lo que dicta la normativa, como no puede ser de otra manera.

Aunque en ese encaje de la playa canina han sido determinantes dos cuestiones. La primera, las mejoras llevadas a cabo desde la Junta de Andalucía en el sendero de la Punta del Boquerón, que permitieron hacer mucho más transitable ese camino que hay que recorrer a pie hasta llegar a la zona acotada para las mascotas y que tantas críticas despertó en un primer momento. Hoy, la ruta se hace cómodamente a través de un itinerario señalizado que discurre por una pasarela de madera en la mayor parte de sus tramos.

Ducha para perros en la playa de Camposoto.
Ducha para perros en la playa de Camposoto. / D.C.

La segunda mejora llegó en el verano de 2020, cuando el Ayuntamiento consiguió cambiar su ubicación en el plan de playa para acercarla 600 metros más al último acceso y hacer algo más corta la caminata. Ahora está a 1.450 metros del último acceso, lo que supone aproximadamente unos 20 minutos a pie hasta llegar a la zona.

En todo caso, a estas alturas, la playa canina cuenta ya con sus partidarios y detractores bien definidos en La Isla. Así que, por un lado, están los que pasan de tener que andar esos 20 minutos –si se tiene la suerte de encontrar aparcamiento cerca– y, por otro, sus usuarios habituales, que saben de sobra lo que se van a encontrar. Nadie, salvo algún que otro visitante desprevenido, se llama a sorpresas con este tema.

Aún así, el tema sigue dando que hablar. La semana pasada, por ejemplo, desde la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León, su vocal de medio ambiente, Adolfo Cuadrado, trasladó al delegado municipal de Desarrollo Sostenible, Ignacio Bermejo, una petición: que se estudiara desde el Ayuntamiento un posible cambio de ubicación dadas "las numerosas quejas ciudadanas recibidas" por la entidad vecinal, sobre todo –exponía– por ese camino que hay que recorrer a pie.

Carteles de la playa canina de Camposoto.
Carteles de la playa canina de Camposoto. / D.C.

La alcaldesa, sin embargo, hablaba también esta semana del "absoluto éxito" que ha supuesto la renovación de Camposoto.Y eso incluye la firme apuesta que se ha hecho por la playa canina como "un espacio legalizado con todos los parabienes de las autoridades sanitarias". La mejora del sendero de la Punta y el cambio de ubicación aplicado en 2020 que permitió acercar este espacio 600 metros han sido claves, explicaba.

Desde el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, por otro lado, se ha insistido encarecidamente los usuarios –tanto de la playa canina como del sendero– que lleven siempre a sus mascotas atadas con la correa por el camino y no se salgan del itinerario marcado y de las zonas balizadas. De lo contrario, se advierte en los inicios de la temporada y en previsión de grandes afluencias, se pone en riesgo la nidificación de varias especies de aves en peligro de extinción en este espacio protegido así como el cordón dunar.

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