El supuesto milagro ocurrido en San Fernando, en manos de Roma
El Arzobispado Castrense concluye la investigación del milagro que podría llevar a los altares al primer santo de La Isla: el Beato Marcelo Spínola
Las actas y la documentación han sido entregadas ya a la Congregación para las Causas de los Santos
San Fernando/El posible milagro ocurrido en San Fernando y atribuido al beato isleño Marcelo Spínola ya está en Roma. Toda la documentación recopilada durante la investigación desarrollada por la Iglesia a través del Arzobispado Castrense está ya en manos de la Congregación para las Causas de los Santos, que será ahora la encargada de revisar exhaustivamente los hechos, informes y declaraciones de los testigos para verificar si se ha dado el presunto milagro acaecido en La Isla: la sanación de la grave enfermedad de una feligresa de la parroquia castrense de San Francisco de Asís, ocurrida entre los años 2014 y 2018.
Si Roma confirma el milagro, supondría la canonización del beato Marcelo Spínola; que sería además el primer santo de orígenes isleños. No hay fechas para ello. El proceso puede solventarse en unos meses o demorarse durante años.
La investigación en torno al posible milagro que se ha llevado a cabo antes de remitir la causa al Vaticano se ha cerrado esta misma semana, coincidiendo con el aniversario de la muerte del beato Spínola. El proceso, cabe recordar, se inició en el pasado mes de diciembre tras un arduo trabajo previo que se remonta años atrás. La ceremonia de clausura, convocada por el arzobispo castrense Juan del Río Martín, y por la superiora general de la congregación de las Esclavas del Divino Corazón, Rosario Fernández Martos, se llevó a cabo en la Catedral castrense de Madrid.
A dicha sesión, asistió Carolina Suanzes, cuya extraordinaria curación es el hecho supuestamente milagroso que se investiga, y el párroco de la iglesia de San Francisco, Gonzalo Núñez del Castillo, que es además testigo devocional en el proceso, la persona que en este caso invitó a que se encomendara a la intercesión del beato.
Según ha informado el arzobispado castrense, tras la apertura de la investigación en torno al supuesto milagro, a lo largo del último mes se han recabado los testimonios "tras los pertinentes interrogatorios" a los testigos y personas implicadas y, con fecha 4 de enero, se procedió a la publicación de las correspondientes actas. Posteriormente, y siguiendo el proceso que marca la Congregación para las Causas de los Santos, se convocó la sesión final y clausura de la investigación, el último paso antes de que el milagro llegara a manos de Roma.
Durante este sesión de clausura, el notario presentó las actas de la investigación y sus respectivas copias al tribunal. Por su parte, el promotor de justica manifestó que no tenía nada que declarar y el delegado designado para el proceso confirmó la integridad y autenticidad de la documentación original y de sus copias, que fueron entregadas al portador para su traslado a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.
Para finalizar el delegado declaró concluido el instructorio, asistió al juramento del portador -el sacerdote Francisco Javier Boada- y ordenó al notario redactar la verbal de cuanto se hizo en la última sesión de clausura de la investigación.
El acto de entrega e incoación de la documentación relativa a la investigación en torno al posible milagro de San Fernando atribuido a Marcelo Spínola se llevó a cabo en la mañana del jueves en el Vaticano al hacerse entrega a la Congregación para las Causas de los Santos de las dos copias necesarias de las actas junto a las cartas de presentación, lacradas y selladas por el tribunal competente el pasado martes 19 de enero en la Catedral Castrense de las Fuerzas Armadas.
Según el Arzobispado Castrense, la entrega de toda la documentación se llevó a cabo "en un acto sencillo y de manera solemne" en el que monseñor Giacomo Pappalardo recibió de manos del sacerdote Francisco Javier Boada el arca lacrada que contiene los informes sobre el presunto hecho milagroso.
El milagro en cuestión que se atribuye a Spínola consiste en la curación de una feligresa de la parroquia de San Francisco, aquejada de un cáncer extremadamente agresivo y avanzado, del que consiguió recuperarse con sorprendente rapidez.
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