Con una tabla y dos cajones

Un año más la Feria del Libro llena la Alameda con actividades culturales para todos los visitantes

Tres de las generaciones de la familia Bozano en la presente edición de esta cita anual con las letras en la Alameda.
María Esquivel San Fernando

18 de junio 2015 - 01:00

No hay nada que le guste más a un lector empedernido que el olor a libro nuevo y comenzar a devorarlo tan pronto se encuentre en su lugar preferido para dicha tarea. La Alameda se ha convertido en estos días en lugar de peregrinación para estos lectores que se acercan a los expositores en busca de un ejemplar en concreto, un autor conocido o simplemente a la caza de algún título que capte su atención en un mar de portadas de diversos tamaños y colores que se agolpan en la Feria del Libro que permanecerá abierta hasta bien entrada la noche del domingo.

En 43 años de historia la feria ha cambiado su ubicación, las primeras ediciones se llevaron a cabo en la Plaza del Rey; las actividades y tertulias que allí se realizaban han ido cambiando con el paso de los años para adaptarse a las necesidades del mercado y las ediciones de los libros se han ido transformando pero hay algo que se ha mantenido firme al paso de los años: la participación de la librería Bozano, uno de los comercios más longevos de la localidad y precursor en el año 1972 de la primera edición .

"La primera feria la organizamos nosotros por nuestra cuenta con dos cajones de madera y una tabla. Me daba pena que todas las ciudades tuvieran su feria y que aquí no tuviéramos. Nos llamaron locos y menos mal que tuvimos suerte, no nos llovió ningún día", recuerda con cariño Francisco de Paula García Barroso, segunda generación al frente de la nonagenaria librería y conocido como Paco Bozano.

El objetivo de la feria ha sido siempre inculcar a los más pequeños de la casa el amor por las letras. Desde diversas gymkanas infantiles a los actuales cuentacuentos, los niños son los protagonistas indiscutibles y no precisamente, como se pueda pensar, por ser a los que más trabajo les cueste disfrutar de la lectura. "En general los niños leen más de lo que la gente piensa, los padres de hoy se preocupan bastante de que los niños lean, a pesar de lo que se dice que andan todo el tiempo con los videojuegos", afirma Cristina García, hija de Paco Bozano y tercera generación al frente del negocio familiar. De hecho, año tras año, los libros de carácter infantil y juvenil son los más vendidos.

Con acciones como la visita de los colegios a la feria, una actuación que se ha perdido con el paso de los años, consideran los libreros hacer la feria más accesible a los jóvenes. "Nosotros procurábamos siempre que los colegios pasaran por la mañana a visitar la feria, no solamente por la venta sino para que el niño llegara y tuviera contacto con el libro", comenta Paco sobre esta actividad que su hija considera algo a tener en cuenta para futuras ediciones "ya no es porque compren o dejen de comprar, sino porque se hagan actividades con vistas a esos niños, que por lo que sea no tienen acceso a los libros fuera del colegio", argumenta Cristina.

Paco recuerda que el momento de bonanza de la feria se produjo en los años 90,"tenía momentos en los que no se podía andar de la cantidad de visitantes. Como estaba todo rodeado de casetas se llegaban a formar distintas calles a las que cada año se le daban un nombre diferente según la temática de esa edición, hasta su decadencia a partir del año 2000 por distintas circunstancias". A pesar de los malos momentos la Feria del libro continúa como referente cultural de la ciudad, mientras que las hijas de Cristina juegan entre las casetas como ella misma hacía de joven cuando acompañaba a su padre a este evento cultural y es que las buenas costumbres no se pueden perder.

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