Torre Alta se completará tras su rehabilitación con una exposición permanente

San Fernando/Torre Alta, la histórica torre vigía que se emplaza en el recinto del Observatorio de la Armada, se completará como equipamiento museístico con una exposición permanente. El contrato, que asciende a 65.312,17 euros, está ya tramitándose y tiene un plazo de ejecución de 60 días a partir de su formalización, por lo que se espera que esta muestra permanente pueda estar disponible ya a principios de 2025. 

Se trata del último paso que la Armada Española da en Torre Alta –una de esas ‘joyas’ de ingente patrimonio histórico que se reparte por toda La Isla– desde que en noviembre de 2017 recibiera las primeras visitas al término de una primera fase de la rehabilitación de esta histórica edificación  que permitió abrir sus puertas al público por primera vez en toda su larga historia. 

En octubre de 2018, no obstante, la Armada anunció el cierre de Torre Alta de manera temporal para retomar los trabajos y afrontar la segunda fase de la rehabilitación, que permitió concluir en su totalidad con la puesta a punto y recuperación de la construcción. Sin embargo, la pandemia y sus consecuencias retrasaron su reapertura hasta el verano de 2021. Desde entonces forma parte de las visitas guiadas al patrimonio de la Armada que se ofertan con la colaboración de la Oficina de Turismo (normalmente durante verano o en fechas señaladas, aunque no se brinda de manera regular). 

No obstante, a pesar de las dos intervenciones acometidas en estos años, seguía todavía pendiente su musealización: la dotación de contenido que le diera el contexto necesario para entender el valor que tenía Torre Alta, conocer su historia y saber cómo funcionaba. Y eso es lo que se pretende solucionar ahora con esta exposición permanente que la Armada acaba de licitar y que vendría a completar todo el trabajo que se ha estado haciendo en la antigua torre vigía de La Isla. 

Torre Alta cuenta con una altura de 18 metros a partir de la planta baja (22 desde tierra ya que se asienta sobre una base piramidal) y los primeros datos concretos que se tienen de ella –un acta notarial que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial– se remontan a 1524. Por sus características arquitectónicas, no obstante, la torre se enmarca en la época bajomedieval, fecha en la que este tipo de construcciones –las torres almenara o torres vigía– eran ya utilizadas para poner en práctica un ingenioso sistema de señales (fuego, humo, banderas...) que fueron evolucionando con el paso del tiempo y que permitían contactar con edificaciones similares levantadas en otros puntos. La de La Isla, de hecho, enlazaba directamente con la que existía en Torregorda, la del Castillo de Sancti Petri y con la Torre Tavira.

Pasó a manos de la Armada cuando ésta se hizo con los terrenos para afrontar la construcción del Observatorio en 1791. Curiosamente, entre los requisitos que el segundo conde de Torre Alta puso en su día a Mazarredo para que se pudiera levantar el Observatorio se incluía el compromiso de no derribar la citada torre vigía, a pesar de que eso era precisamente lo que la Armada quería hacer para levantar en este punto el edificio dedicado a la observación astronómica. Afortunadamente, es lo que ha permitido que Torre Alta llegue hasta nuestros días. El caso es que la torre, ya en manos de la Marina, siguió sirviendo como punto de comunicaciones y enlace con otros puntos del territorio.

Torre Alta, emplazada en el punto más elevado de La Isla, cuenta también con el indiscutible plus que suponen las impresionantes vistas a la Bahía que brinda desde su última planta. Y ese ha sido hasta ahora el gran atractivo que brinda su visita, cuando está disponible. 

La Armada, concretamente, tramita el contrato para "el suministro e instalación del equipamiento necesario para una exposición museística de carácter permanente en la Torre Alta dentro del recinto del Real Observatorio de la Armada en San Fernando". Eso incluye vinilos, soportes, paneles, reproducciones, vitrinas... Hasta 90 elementos diferentes se concretan en el lote que se especifica en el contrato que ahora está tramitando la Armada –todavía se encuentra en la fase de presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas– para dar contexto a las visitas. Entre las más llamativas figura "una escalera de mano de madera simulando una antigua" así como una reproducción facsímil de la Instrucción para el gobierno y servicio de los Guardias Marinas de José Patiño.