Las trabajadoras de ayuda a domicilio de San Fernando protestan a las puertas del Ayuntamiento
Servicios Municipales
Las empleadas demandan que no se prorrogue el servicio a la misma empresa ante los incumplimientos del contrato
Un convenio municipal "digno" y el pago de toda la formación realizada, entre las reivindicaciones que hacen visible durante la celebración del pleno
San Fernando/El contrato del servicio de ayuda a domicilio de San Fernando tiene vigencia hasta el mes de marzo. Ante la falta de actuación municipal parece abocado a la prórroga, algo que las trabajadores que lo atienden no quieren. "No se cumple el contrato, no se cumple el pliego", comenta Mariola, presidenta del comité de empresa, que junto a su compañeras -algunas están trabajando- protesta a las puertas del Ayuntamiento donde hoy se debate en conjunto varias mociones que demandan que el gobierno se implique.
Entre las reivindicaciones del colectivo de la que se hacen eco los grupos municipales está el pago de las horas de formación que en el contrato llegan a 102. "Solo nos pagan 20 y a las compañeras que tiene media jornada, 10 horas", detalla la representante sindical. En las proclamas lanzadas por el grupo que protesta en el acceso trasero de la Casa Consistorial se puede escuchar -seguirán ahí hasta el final de la sesión- que suman "tres años de sueldo congelado", o que reclaman un convenio digno municipal. "Ahora nos regimos por el séptimo convenio estatal", aclara Mariola.
En esta situación está una media de 150 mujeres que desempeñan estas labores de ayuda a domicilio, "a veces 145, a veces 156, porque fluctúa mucho por los contratos eventuales, para cubrir fines de semana y festivos cuando se atiende a usuarios que así lo tienen convenido". Son féminas que van desde los 20 años hasta los 65, aproximadamente. "Alguna compañera se ha jubilado con 67 años, cuando hablamos de que hacemos trabajo físico, y que tiene mucha carga psicológica", advierte. Precisamente, la falta de prevención de riesgos laborales, "para que algunas compañeras no se jubilen por enfermedad como ha pasado", es una de las exigencias. También contar con una psicóloga como recoge el convenio.
Estas cuestiones, la falta de formación o la falta de ropa de trabajo -el contrato, aseguran, contemplaba chubasqueros, calcetines, pantalones, y no solo dos batas y un par de zapatos-, ya han sido denunciadas ante la Inspección de Trabajo. La representación sindical también hace mención a la necesidad de que el Ayuntamiento controle las condiciones del contrato.
"Las compañeras están cansadas, están quemada y han perdido el miedo por eso estamos aquí. Esto solo empieza aquí", adelanta la responsable sindical, mientras las compañeras recuerdan a unos metros que "¡no somos el metal, somos el SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), Patricia, sal ya!". Exigían que la alcaldesa diera la cara ante la protesta. Algunos concejales entraron durante los minutos anteriores a la sesión plenaria, otros como la propia regidora ya estaban dentro del edificio municipal. Algunas de las trabajadoras han accedido a la sala de pleno para seguir el debate.
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