El tranvía tiene aún pendientes el apeadero y la subestación

Hace ocho meses que se adjudicaron las obras en el nudo de La Ardila y un año del acuerdo para la subestación que se cerró con la Junta de Andalucía

Parada del tranvía en La Ardila, donde está prevista también la construcción del apeadero de autobuses.
Arturo Rivera San Fernando

12 de octubre 2016 - 01:00

Hace ocho meses que la Consejería de Fomento adjudicó las obras para la construcción del apeadero que se levantará en el nudo de La Ardila y que funcionará como estación de autobuses dando respuesta así a una vieja demanda de La Isla. Sin embargo, los trabajos -una actuación complementaria al proyecto del tranvía metropolitano- todavía no han comenzado.

Se espera, eso sí, que lo hagan en un breve plazo. De hecho, el retraso se ha debido en su mayor parte a la necesidad de revisar el proyecto en lo que toca al diseño del edificio modular que dará servicio a los pasajeros a petición del propio Ayuntamiento, que ha incorporado también sus propias propuestas con el propósito de mejorar el resultado final.

Según la Agencia de Obra Pública de Andalucía, la actuación definitiva ya se ha consensuado con el Ayuntamiento isleño. El comienzo de las obras, no obstante, tendrá que esperar ahora a la firma de un convenio de colaboración entre ambas administraciones para asegurar que el Consistorio asume la gestión y se hace cargo del mantenimiento de estas instalaciones una vez que concluyan los trabajos. Dicho acuerdo también se tendrá que rubricar con el municipio chiclanero, donde se llevará a cabo una actuación similar para complementar al tranvía.

Las obras para la construcción del apeadero para autobuses que se levantará junto a la parada del tranvía en La Ardila fueron adjudicadas en el pasado mes de febrero por 181.5000 euros a la empresa UC10 Infraestructuras SA tras el compromiso adquirido meses antes por el propio consejero de Fomento. Su tramitación administrativa fue, de hecho, bastante ágil. Y, de hecho, se esperaba una pronta ejecución de las obras, que además cuentan tan solo con tres meses de plazo. Pero todo quedó supeditado a la citada revisión del proyecto.

La actuación planteada por la Junta de Andalucía contempla la construcción de hasta cuatro dársenas en batería y la instalación de dos marquesinas y de un edificio modular que dará servicio a los pasajeros y que tendrá una superficie de unos 50 metros cuadrados. En el entorno se dará cabida también a una parada de taxis y se facilitará su conexión con la red de carriles bici. El apeadero hará las veces de estación de autobuses de San Fernando, lo que obligará a trasladar el punto que actualmente, al no existir unas instalaciones físicas, ejerce esta función en la parada de La Magdalena, junto al recinto ferial. Su puesta en marcha para 2016 se descarta ya que ni siquiera se han iniciado las obras.

Aunque el apeadero de La Ardila no es el único proyecto que el tranvía tiene todavía pendiente de ejecutar en San Fernando, si bien ninguna de estas actuaciones que todavía restan por llevarse a cabo incide directamente en su puesta en funcionamiento, que está prevista para el segundo trimestre de 2017 según los últimos plazos que ha dado la Junta de Andalucía.

Un año se cumple también ahora del acuerdo que cerró el Ayuntamiento con la administración autonómica para cerrar el convenio de la subestación eléctrica que está prevista en los terrenos de Janer, que abastecerá al tranvía para garantizar su correcto funcionamiento y que al mismo tiempo solventará el déficit energético que arrastra La Isla.

Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, las obras para construir esta subestación -que costeará en su totalidad la Junta y que supondrán una inversión de seis millones de euros- ni siquiera se han licitado aún. Y eso que en otros momentos se urgía al Ayuntamiento a que diera luz verde al convenio para no demorar la puesta en marcha del tranvía.

Todo está pendiente todavía de la firma de un nuevo acuerdo entre el Consistorio, la Junta y Endesa, que será fruto del primer convenio y en el que se desarrollará y regulará el uso de dicha subestación y los detalles más técnicos, entre ellos, la forma en la que se llevarán a cabo los resarcimientos una vez que la subestación se ponga en marcha, previsiblemente a finales de 2017 o a principios de 2018. Aunque el tranvía no tendrá que esperar hasta entonces ya que tiene solucionado un suministro provisional para poder empezar a funcionar gracias a un acuerdo alcanzado con Endesa.

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