El "tratamiento ético" de los restos humanos en los museos pone el foco en 'Los Enamorados' de San Fernando: ¿habría que retirarlos?
La medida, que esta semana ya se ha puesto en práctica, solo atañe por el momento a museos de ámbito estatal pero abre el debate al plantear "la no exposición de restos humanos" como principio general
El hallazgo de 'Los enamorados' estará un año en una exposición sobre el megalitismo en Antequera
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San Fernando/El compromiso para el "tratamiento ético" de los restos humanos que se exhiben en los museos -y que esta semana ha llevado a la retirada de la momia guanche que se exponía en el MAN (Museo Arqueológico Nacional)- pone el foco en el caso de San Fernando en el hallazgo de Los Enamorados y plantea una cuestión que hasta ahora -es justo reconocerlo- ni se le había pasado por la cabeza a nadie en La Isla.
La medida que ha aprobado la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura solo afecta a los museos estatales, si bien indirectamente supone la introducción de un código de buenas prácticas que resulta perfectamente extensible a todos los espacios expositivos, como de hecho se ha empezado a ya hacer en otros museos, de los que se han empezado a retirar restos humanos o a reformular algunas colecciones. Evidentemente, lo que se considera ético en uno de los grandes museos, lo es también para otros espacios aunque estos sean de ámbito municipal o competencia de otras administraciones e instituciones.
Se parte en este caso del Código de Deontología para los Museos que el Consejo Internacional de Museos (ICOM) revisó por última vez en 2004, en el que las colecciones que incluyen restos humanos figuran "entre los materiales culturales delicados, que deben ser tratados con respeto y dignidad, y de conformidad con los intereses y creencias de las comunidades y grupos étnicos o religiosos de origen".
Las pautas se recogen en una Carta de compromiso para el tratamiento ético de los restos humanos en los museos estatales que plantea un interrogante hasta ahora en San Fernando: ¿Qué pasa ahora con Los Enamorados, que es además la 'estrella' de la colección?
El conjunto arqueológico procedente de los hallazgos del campo de hockey conocido también como 'El abrazo eterno' -que muestra los esqueletos abrazados de un hombre y una mujer con 6.000 años de antigüedad- se expone habitualmente en el Castillo de San Romualdo, si bien en la actualidad se encuentra en Antequera, donde forma parte de la exposición temporal El Megalitismo en tierras de Granada. Allí estará hasta el próximo 30 de junio.
Además de formar parte del contenido expositivo del Castillo de San Romualdo, desde hace ya unos años, el Ayuntamiento impulsa casi todos los meses de febrero -a excepción del presente- visitas guiadas para conocer mejor el hallazgo coincidiendo con la festividad de San Valentín al tratarse de "la pareja de enamorados más famosa de San Fernando". En realidad, más allá de que se trata de los esqueletos de un hombre y una mujer abrazados, se desconoce el tipo de relación que pudiera haber existido entre ellos.
Este compromiso puesto en práctica por el Ministerio, precisamente, alude a la evolución que ha registrado el concepto y el tratamiento de los restos humanos conservados en instituciones museísticas para advertir que han dejado de considerarse "objetos" expuestos. "En la actualidad se reconocen por tratarse de vestigios de personas fallecidas que fueron separadas de su contexto funerario, sagrado o doméstico, así como otros contextos derivados de situaciones de muerte accidental o violenta, dimensión por la que se recomienda un tratamiento específico y diferenciado de otro tipo de bienes":
Y como principio general se establece la "no exhibición pública de restos humanos". E, incluso, se detalla que se refiere a "los restos físicos que pueden asignarse a la especie Homo sapiens, entre los que se incluyen cuerpos completos o partes de estos, sin transformar, transformadas o conservadas". Esto -detalla- "incluye en particular huesos, personas momificadas, tejidos blandos, órganos, secciones de tejido, embriones, fetos, piel, cabello, uñas, así como los objetos en los que se incorporaron conscientemente restos humanos".
Eso sí, en dicha carta de compromiso se señala que, con carácter excepcional, podría valorarse la exposición pública "cuando esta resulte imprescindible para transmitir el conocimiento que se pretende mostrar, siempre que no exista otra alternativa en el discurso expositivo y estén correctamente documentados y contextualizados, conociéndose su procedencia e historia particular".
En tales casos, se añade, "se mostrarán con respeto, cuidado y dignidad, evitando cualquier disociación de restos. Este criterio se aplicará tanto en el contexto de la exposición permanente como de las exposiciones temporales realizadas por el museo".
Así que la pregunta que se abre paso ahora -y después de que hayan empezado a retirarse restos humanos de agunos museos- es evidente: ¿Habría que retirar también los restos de Los Enamorados, la 'estrella' de la colección expositiva de La Isla?
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