Una tonelada de toallitas retirada del alcantarillado de San Fernando en apenas un día
Los operarios sacaron este desecho no biodegradable en su intervención para solventar distintos atascos en la red de saneamiento de la ciudad
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San Fernando/La empresa del servicio de Agua y Alcantarillado ha retirado en apenas un día hasta una tonelada de de toallitas de la red de saneamiento durante su intervención en varios atascos en la ciudad. Desde el Ayuntamiento se recuerda que las toallitas húmedas no son un desecho biodegradable y por tanto se acumula en las red provocando graves perjuicios.
A lo largo de 2019 en San Fernando los operarios de Hidralia retiraron más de 200 toneladas de este tipo de residuos sólidos, es decir toallitas pero también bastoncillos, papeles, pañales o tampones. "Unos desechos que pueden provocar un mal funcionamiento del servicio y se convierten en un grave daño al medio ambiente de la ciudad, puesto que estos elementos tardan más de 500 años en desaparecer", recuerda el gobierno.
Al año, se realizan en San Fernando unas 300 intervenciones sobre las estaciones de bombeo, donde estos desechos bloquean las bombas de impulsión, y la red general de alcantarillado, con un coste superior a los 300.000 euros anuales.
Para evitar estos problemas y lograr una adecuada gestión de estos residuos, apuntan desde la Concejalía de Desarrollo Sostenible, el servicio de agua lleva a cabo diferentes campañas de concienciación a lo largo del año. De hecho, está adherido a la campaña de sensibilización impulsada por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) No alimentes al monstruo de las cloacas, que pretende evitar los problemas medioambientales y económicos provocados por obstrucciones y daños en hogares, redes de alcantarillado, equipos de bombeo y estaciones depuradoras.
Evitar arrojar elementos no biodegradables a los conductos de desagüe en el hogar (como el inodoro, los lavabos o fregaderos, utilizar papeleras en el baño para tirar las toallitas húmedas y otros elementos de higiene personal y no arrojar nunca aceite usado por los desagües son algunas de las recomendaciones que se hacen a los ciudadanos para reducir la posibilidad de atascos.
Para diagnosticar su estado y garantizar un correcto funcionamiento, la red es inspeccionada periódicamente, contando para ello con sensores instalados en el control de los aliviaderos, lo que supone un gran avance en la línea de la transformación digital en la que está inmersa la ciudad. De hecho, todo el sistema de redes se encuentra cartografiado y reflejado mediante aplicación informática GIS, lo que permite un mejor control a la hora de realizar el mantenimiento, tanto preventivo como correctivo de la red.