Contra viento y marea

Una persona suele aficionarse al piragüismo por el entorno que le rodea. El hecho de estar solo con la embarcación en medio de un silencioso mar es una experiencia incomparable, que aporta tranquilidad, serenidad y largas horas de reflexión. Éste es el caso de Andrés Barba Prián, un amante del piragüismo que ha unificado deporte y naturaleza con la creación del club San Fernando Kayak.

El origen de esta entidad data del 6 de mayo de 2006, día en el que Andrés decidió organizar un club en el que los amantes del deporte, la naturaleza y el agua quedaran los fines de semana para organizar expediciones o paseos en piragua y así conocer el parque natural de la Bahía de Cádiz. Sin embargo, la falta de tiempo para dedicarse por completo a la organización del mismo significó un punto y aparte en el proyecto.

Dos años después, una vez que ha podido disponer de ese tiempo necesario, Andrés ha decidido reanudar el reto, y desde hace varios meses se ha puesto en marcha para avanzar en la formación del club y el proyecto ya cuenta con una Junta Directiva. Además del propio Andrés, José Urbón hace las veces de vicepresidente, mientras que Dolores Guerra posee el cargo de secretaria. Actualmente el grupo cuenta con cuarenta socios -treinta y cinco inscripciones más que hace dos meses-, lo que demuestra la gran acogida que está teniendo la organización y el interés que despierta en los habitantes de La Isla la actividad acuática. Los asociados al club tienen entorno a 30 años, según comenta el presidente. Suelen ser padres de familia que optan por darse una escapada el fin de semana para disfrutar del litoral isleño. Aunque la edad media de los socios es ésa, desde el club no se limita la participación ni por edad ni por sexo. El único requisito es tener ganas de divertirse, disfrutar del paisaje y conocer gente nueva.

La junta directiva del San Fernando Kayak se plantea como objetivo a corto plazo la consecución de una sede con acceso inmediato al mar. Es su primera piedra para lograr que el club llegue a tener una cierta importancia. La misión de la tan deseada sede es la de salvaguardar las piraguas y sus complementos. El no poseer un local para su mantenimiento hace que algunos miembros del club no se decidan a adquirir su equipo, por la carencia de espacio para su almacenamiento. Según su presidente, la obtención de una sede se antoja indispensable para poder crecer. Por otra parte, Andrés no pone límites para el futuro: "Una vez conseguido el local queremos abrirnos paso para disputar competiciones y todo lo que eso conlleva, como contratar monitores, pero para ello tenemos que tener una base".

A falta de sede, los miembros del club interactúan en su página web, que es www.sanfernandokayak.blogspot.com-, ofreciendo la posibilidad de inscribirse desde el mismo portal. Desde ahí, sus miembros organizan quedadas, como las visitas a Elcano, o la pasada procesión marítima de la Virgen del Carmen de Gallineras. Salieron unas diez piraguas, pero sólo unos pocos aguantaron, debido al oleaje producido por las lanchas motoras que también acompañaban a la imagen en su recorrido desde el puerto de Gallineras hasta el recinto ferial de La Magdalena.

La ausencia de algunos socios por el periodo vacacional hace que sea complicado que todos los miembros coincidan en salir al mar. A pesar de ello, los miembros de San Fernando Kayak siempre tienen un hueco, generalmente los domingos, para echarse al agua. A modo de convivencia, los piragüistas se reúnen para emprender rutas, remar contra viento y marea, o simplemente dar paseos por el Parque Natural y contemplar su belleza. Eso sí, acompañado siempre de un buen almuerzo en común.