Las Aguas se marcha en silencio para no volver
Cofradías en Cádiz
La hermandad realiza en el segundo intento su traslado desde la iglesia del Pilar a Santa Cruz sin acompañamiento musical
La cofradía de Las Aguas se ha marchado esta tarde en silencio, el mismo que ha primado en su estancia durante 13 años en la sede canónica de los marianistas en la iglesia del Pilar en extramuros. Esta hermandad ha trasladado para no volver a sus titulares con rumbo a la iglesia de Santa Cruz, donde han llegado esta noche.
Tras el primer intento fallido del jueves por la lluvia, el cortejo ha salido pasadas las seis y media de la tarde desde el templo del colegio de San Felipe Neri acompañado por el silencio, ya que los quintetos de la Sociedad Filarmónica de Conil que iban a acompañar a los titulares del Cristo de Las Aguas, la Virgen de la Luz y San Juan Evangelista no han podido asistir por otros compromisos.
Tras la cruz de guía se ha situado un pequeño grupo de hermanos con sus cirios y, posteriormente, una representación de las distintas hermandades que radican en la parroquia de Santa Cruz, que a partir de ahora van a compartir espacio todo el año y no sólo durante la Semana Santa, como hacía Las Aguas cada Miércoles Santo.
Tras los acólitos, el Señor iba tumbado con su cruz en una parihuela y portado por una cuadrilla mixta formada por hombres y mujeres del colectivo de los hermanos Martín.
Después de la Junta de Gobierno y otro grupo de acólitos, la Virgen de la Luz y San Juan Evangelista iban en otra parihuela portada por los hombres de Andrés Cano.
El cortejo ha salido a la avenida principal de la ciudad y tras tirar hacia Guillermo José Chaminade, Gabriel Matute y la plaza de Asdrúbal, hizo casi todo el recorrido por el Paseo Marítimo en dirección al casco histórico, para después adentrarse en el barrio de Santa María, San Juan de Dios y avanzar por el Pópulo hasta su llegada a Santa Cruz.
Con un traslado que estaba previsto el jueves, en ese día ya se hizo incluso la entrega del recuerdo por parte de la hermandad a la comunidad marianista, que fue recibido por su director espiritual hasta ayer, José Antonio Barbudo, en agradecimiento por todos estos años. En concreto se le entregó un grabado con las imágenes de los titulares.
En el cortejo, la hermandad tuvo que esperar unos minutos antes de entrar en el Paseo Marítimo porque no se había llevado a cabo el corte de tráfico con la suficiente antelación.
Ya entrada la noche, la hermandad entró en Santa Cruz donde a partir de ahora quedará radicada en la capilla de San Antonio. Esta será su cuarta sede canónica tras pasar por San Antonio, el Oratorio de San Felipe, la iglesia del Pilar y ahora en la Catedral Vieja.
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