Las Aguas se traslada este jueves de manera definitiva a la iglesia de Santa Cruz
Cofradías en Cádiz
El cortejo saldrá desde la iglesia del Pilar del colegio marianista a las seis y media de la tarde
La cofradía de Las Aguas va a proceder este jueves por la tarde al traslado de sus titulares de manera definitiva desde la iglesia del Pilar de los marianistas hasta Santa Cruz, donde a partir de ahora fijará su sede canónica. Desde que en el año 2008 dejara el Oratorio de San Felipe, se trasladó a la iglesia del colegio marianista y desde allí se desplazaba todos los años en Cuaresma para realizar la estación de penitencia todos los Miércoles Santo desde Santa Cruz, templo al que ahora se van definitivamente.
Este cambio supone además que los propios marianistas dejan por primera vez en más de 40 años la dirección espiritual de la hermandad.
El cortejo va a salir a las seis y media de la tarde desde la iglesia del Pilar en el colegio San Felipe Neri y tendrá el siguiente itinerario: Avenida de Andalucía, Guillermo José Chaminade, avenida Fernández Ladreda, Concepción Arenal, Botica, Santo Domingo, Sopranis, plaza de San Juan de Dios, Pomponio Mela, Fabio Rufino, San Antonio Abad, Posadilla, plazuela de San Martín, Obispo José María Rancés, Fray Félix, Jesús de Medinaceli y la entrada en Santa Cruz está prevista para las nueve y media de la noche.
El Cristo, por un lado, y la Virgen y San Juan Evangelista serán trasladados en parihuela y ambos llevarán un quinteto de viento de la Sociedad Filarmónica de Conil, que es la banda que acompaña cada Miércoles Santo a esta hermandad.
En el cortejo irán unos 50 hermanos, más la junta de gobierno y una representación de todas las hermandades de Santa Cruz, así como José Antonio Barbudo, el hasta ahora director espiritual de la hermandad, que hará entrega de la misma en Santa Cruz al párroco de la misma, Rafael Fernández.
En la Catedral Vieja las imágenes de la cofradía de Las Aguas van a estar situadas en la capilla de San Antonio.
La cofradía tiene previsto también entregar un grabado en un cuadro a la comunidad marianista como muestra de gratitud por todos estos años en los que han trabajado codo con codo.
El mayordomo de esta corporación, Javier Trías, explicaba ayer a este periódico que se iban con una sensación agridulce por tener que marcharse pero a la vez muy ilusionados con la nueva etapa que se abre en el futuro.
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