La desconcertante propuesta del Ayuntamiento de Cádiz sobre la música en Semana Santa

El Ayuntamiento de Cádiz acaba de generar un amplio debate en el mundo cofrade respecto al acompañamiento musical de los cortejos, los tambores y la posibilidad de ampliar el círculo de personas que contemplan un desfile procesional en las aceras. La propuesta lanzada este martes por la Concejalía de Hermandades y anunciada por su responsable, José Manuel Verdulla, ha generado bastante desconcierto entre las cofradías.

Ha lanzado el Ayuntamiento un llamamiento a las hermandades para que "cada junta de gobierno decida un tramo de su recorrido para ir a paso tambor"; algo que, recuerdan en el Consistorio, no afectaría a todas las hermandades "pues algunas ya realizan su recorrido a paso horquilla", lo que implicaría que desde el gobierno del PP también se apoyaría el mantenimiento de este sonido en los tramos señalados.

Argumenta el Consistorio que se trata de "un gesto que muchas personas agradecerán y demostrará que las cofradías estamos al servicio de los que nos necesitan", destacando que una decisión de este tipo "no implica organización ni coste alguno". "Sabemos que cada vez hay mas personas con trastornos de espectro autista, o sencillamente que no toleran el ruido como otras personas. También ellas merecen disfrutar de nuestras cofradías, sabiendo que podemos hacer algo sencillo para acercarnos a los que lo necesitan", concluyen desde el Consistorio.

¿Con tambor y horquillas?

La controversia generada por esta propuesta se sustenta en la intención municipal de que las cofradías mantengan el acompañamiento de los tambores y el golpe de las horquillas en esos tramos. Dos sonidos estruendosos que según entienden las hermandades afecta al autismo de la misma manera que las cornetas, tambores, clarinetes y el resto de instrumentos de vientos que sí pide eliminar el Consistorio en algún tramo del recorrido procesional.

Y el ejemplo más claro de esto lo han puesto ya en 2023 las hermandades del Perdón y de Siete Palabras, que precisamente para facilitar que en un tramo de sus respectivos recorridos pudieran presenciar el desfile personas con este trastorno eliminaron el acompañamiento musical por completo, incluso el sonido de las horquillas. Es decir, absoluto silencio, que entienden es el modo en que no se afecta a las personas con autismo.

Consideran, pues, las hermandades que mantener el acompañamiento de los tambores detrás del paso no supondrá ninguna medida para favorecer el acercamiento de esas personas, como pretende el Ayuntamiento.