El Cristo de la Salud de la iglesia de Santiago saldrá el martes en vía crucis

La imponente talla del Crucificado de la Salud, que recibe culto en la iglesia de Santiago, recorrerá las calles de la ciudad el próximo martes, día 10 de marzo. El Seminario Diocesano ha organizado este acto cuaresmal por vez primera, llevando a la calle una de las imágenes más destacadas del patrimonio religioso gaditano y que no es titular de ninguna cofradía ni ha procesionado nunca en Semana Santa.

En concreto, el Crucificado de la Salud, que recibe culto en el retablo del crucero de Santiago opuesto al de la Virgen del Poder Divino, es una talla del siglo XVII que se ha atribuido al reconocido imaginero José de Arce (autor, por ejemplo, del Señor de las Penas de la hermandad de la Estrella de Sevilla) y que se realizaría en torno a 1660.

La imagen saldrá a la calle sobre una parihuela propia de Crucificados que va a ceder para la ocasión una hermandad de San Fernando. A las ocho y media de la tarde del martes está prevista la salida, recorriendo el cortejo la plaza de la Catedral, Compañía, Plaza de las Flores, Columela, Montañés, Plaza de Candelaria, Santiago, Compañía y Plaza de la Catedral. En torno a las diez de la noche se prevé la entrada, de nuevo, del Cristo en su sede canónica.

El rector del Seminario, Ricardo Jiménez, ha explicado que este vía crucis responde al objetivo del Seminario de hacerse presente en la Cuaresma en las calles de la ciudad, sin olvidar de la intensa actividad cultual que se desarrolla tanto en el edificio formativo y residencial de la calle Compañía como en la propia iglesia de Santiago, de cuyo culto también se encarga esta institución diocesana. De hecho, los seminaristas realizan un vía crucis por el interior del edificio de Compañía todas las semanas, que este martes llevarán a las calles del entorno de la Catedral, invitando a la ciudad a unirse a la celebración de la Cuaresma. De esta forma, también los futuros sacerdotes se muestran más cercanos a ese fenómeno de la religiosidad popular que en la diócesis se vive de manera muy intensa de la mano de las hermandades.